La secretaria general del Ministerio de Industria, Teresa Santero, mantuvo ayer una reunión en Zaragoza con los consejeros aragoneses de Economía, Alberto Larraz, e Industria, Arturo Aliaga, y representantes del comité de empresa de Figueruelas para analizar las últimas informaciones disponibles sobre el proceso de venta de Opel por parte de GM.
Al término del encuentro admitieron que la situación es “tremendamente compleja” y que GM analiza “todas las posibilidades”, entre las que se incluyen vender Opel a la austríaco-canadiense Magna o a la belga RHJ International, filial del fondo de inversión estadounidense Ripplewood; descartar dicha venta, o incluso declarar su suspensión de pagos.
Santero insistió en que la situación está “muy abierta” y que, mientras existan unas “posiciones tan encontradas” entre GM y el Gobierno de Alemania –país que concentra 25.000 de los 52.000 empleados de Opel y que apuesta por la oferta de Magna–, es “muy difícil anticipar cuál va a ser la solución”.