Agentes de la Policía Nacional y de los Mossos d'Esquadra, en una operación conjunta, han detenido a dos hombres e investigado a un tercero de nacionalidades española, colombiana y ecuatoriana relacionados con el secuestro de otro hombre en Lloret de Mar el 2017, que fue liberado posteriormente en la localidad toledana de Casarrubios del Monte.
Uno de los arrestados participó en el traslado del secuestrado y fue el encargado de custodiarlo en el municipio toledano, el otro facilitó la casa donde fue retenido y se encargó de su custodia durante los cinco días que estuvo en Cataluña. Los agentes también investigan la implicación de un tercero que habría dado apoyo logístico al grupo de secuestradores, puesto que habría pagado los gastos de los desplazamientos con una tarjeta de su propiedad, ha informado el Ministerio del Interior en nota de prensa.
Los hechos se remontan al mes junio de 2017, cuando una mujer se presentó en la comisaría de Lloret de Mar para denunciar que había recibido una llamada, desde el teléfono de su marido, de un hombre que afirmaba que habían secuestrado su marido y que le reclamaba un rescate de 1,5 millones de euros si quería que lo liberaran con vida.
Rápidamente se activó la Unidad Central de Secuestros y Extorsiones de los Mossos d'Esquadra que se hizo cargo de la investigación y del asesoramiento a los familiares, además de informar inmediatamente al Juzgado de Instrucción 1 de Blanes que estaba en funciones de guardia, para solicitar las medidas urgentes para localizar la víctima y los autores del secuestro.
GRUPO CRIMINAL EXPERIMENTADO
Las indagaciones concluyeron que el secuestro lo había llevado a cabo un grupo criminal experimentado formado principalmente por miembros del este de Europa. Los agentes supieron que habían cambiado el rehén de ubicación en varias ocasiones y que disponían de conocimientos técnicos con el objetivo de evitar ser identificados por la policía.
Fruto de la investigación los agentes determinaron que "la voz" de los secuestradores se situaba en Madrid y que la víctima podría estar retenida en una zona sin determinar entre Madrid y Toledo. Por este motivo se estableció un equipo conjunto de investigación con la Sección de Secuestros y Extorsionas de la UDEV Central de la Policía Nacional con sede en Madrid.
El miércoles 21 de junio los investigadores consiguieron identificar una parte de los integrantes de banda. A pesar de que los miembros del grupo siempre tomaban muchas medidas con el fin de que la policía los descubriera, como hacer constantemente cambios de vehículo o adoptar medidas de contra-vigilancia para detectar la presencia policial.
El día 22 de junio los secuestradores se pusieron en contacto con la familia para darles un ultimátum: o hacían el pago o matarían el rehén. El intercambio se tenía que hacer el mismo día por la tarde al aparcamiento de un hotel del A-42 que va de Madrid en Toledo.
DISPOSITIVO POLICIAL
Ante estos hechos, los policías establecieron el mismo día un dispositivo policial conjunto para poder liberar el rehén de la manera más segura posible y poder detener los secuestradores. Agentes de la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra acompañaron al hermano de la víctima desde Barcelona en Madrid donde tenía que hacer el pago del rescate.
Paralelamente, el mismo día 22 por la mañana, los policías localizaron el vehículo de uno de los sospechosos en Toledo, en la localidad de Casarubios del Monte. Los agentes detectaron varios miembros del grupo mientras hacían comprobaciones y vigilancias en los alrededores de un inmueble de la calle de la Villa.
Alrededor de las 15.00 horas, unas horas antes de la cita para hacer el intercambio, observaron como intentaban introducir a la parte posterior de una furgoneta a la víctima, sentada en una silla de ruedas. Pero rápidamente desistieron de la acción posiblemente al sospechar que podía haber presencia policial a la zona e intentaron volver a esconderse dentro del inmueble.
En este momento los jefes del operativo conjunto decidieron realizar las detenciones para arrestar a los secuestradores y evitar así eventuales represalias contra el rehén. La rápida acción policial permitió rescatar la víctima sana y a la vez arrestar a todos los miembros del grupo, salvo uno de ellos que consiguió escapar por el tejado de un edificio anejo.
SOLO PRESENTABA CONTUSIONES
La víctima, que fue trasladada al hospital de Móstoles parcialmente inconsciente como consecuencia de las drogas que el grupo le había suministrado, no presentaba más lesiones que las contusiones provocadas por los golpes recibidos y heridas a las muñecas producidas por las ligaduras.
El día 23 de junio se realizaron tres entradas y registros en domicilios de los secuestradores en Paracuellos del Jarama, Illescas y Madrid. En el interior de uno de ellos se localizó y detuvo al miembro de la banda que había huido el día anterior y también se intervino cocaína, cogollos de marihuana y bolas de hachís.
La víctima, una vez recuperada del efecto de las drogas, explicó a los investigadores que el día 12 de junio había sido asaltada por varios individuos vestidos con chalecos de policía cuando volvía en coche a su casa en Lloret de Mar. Los asaltantes lo golpearon y después lo redujeron para drogarlo y taparle los ojos. A continuación lo introdujeron a punta de pistola al maletero de un coche.
Los asaltantes lo trajeron hasta un primer escondrijo donde lo tuvieron retenido entre tres y cuatro días. La víctima estaba totalmente desorientada como consecuencia del suministro constante de barbitúricos y benzodiacepinas y de los golpes que había recibido.
Pasados unos días los secuestradores le suministraron más drogas, lo pusieron unas gafas tapadas con cartón y una gorra en la cabeza para trasladarlo hacia un piso en un inmueble de una zona situada entre Madrid y Toledo.
El líder de la banda, un hombre de nacionalidad rumana que actualmente estaba cursando estudios de medicina en una universidad de Madrid, es quien suministraba los medicamentos hipnóticos a la víctima. Este hombre había publicado varios anuncios donde se ofrecía para hacer de actor y modelo.