La Plataforma Ciudadana El Pueblo Por Sancti Petri ha llevado a cabo una acción de protesta en el acto oficial de la izada de la bandera azul y otras de características similares, organizado en la Playa de la Barrosa.
Y es que, tal y como explica la plataforma en un comunicado, “con este gesto reivindicativo quiere hacer visible su frontal oposición hacia el maltrato institucional que está recibiendo Sancti Petri, con acciones como la destrucción de miles de metros cuadrados de espacio natural protegido para la construcción de aparcamientos para 2.500 coches o la organización de eventos multitudinarios, como el Concert Music Festival, que ocupa de forma salvaje e irrespetuosa un espacio que es de todos los chiclaneros, entregándolo a una entidad privada, a la se ha subvencionado con fondos públicos y que se lucrará, privatizando un espacio del pueblo”, para añadir que esto ocurre “con el beneplácito de la Junta de Andalucía, uno de los promotores del evento, que, inexplicablemente, ha autorizado la destrucción de parte de este entorno natural”.
Al acto de protesta han asistido, entre otros, miembros de Agaden, Toniza- Ecologistas en Acción Chiclana, Asociación Bahía de Cádiz, así como asociaciones adheridas a la citada plataforma. La acción ha consistido en el despliegue de una pancarta con el lema: “Sancti Petri no se vende’ y en el izado de una bandera negra.
Asimismo, la Plataforma denuncia “la falta de coherencia de las administraciones, que se enorgullecen de la obtención de banderas azules para sus playas y, sin embargo, someten a Sancti Petri a una degradación ambiental y patrimonial sin el menor escrúpulo”.
La Plataforma expresa con ese lema toda una declaración de intenciones, ya que la motivación más importante de esta entidad es preservar el patrimonio natural, histórico y etnológico del Poblado, velando porque Sancti Petri no sea objeto de la especulación.
Y es que el Concert Music Festival, CMF, una serie de conciertos organizados por la empresa Concert Tour Gestiones SL en Sancti Petri, ha desatado la ira de vecinos y ecologistas y ha motivado una denuncia ante Medio Ambiente de la Junta por “el atropello” a la biodiversidad del entorno donde se celebra. El ruido, la basura que se genera y el impacto medioambiental que ha generado la preparación de los aparcamientos, son algunas de las principales quejas.
