Un taxista que se enfrenta a trece años de prisión por presuntamente violar el 21 de junio del 2014 en Torremolinos a una clienta, que estaba ebria, ha negado los hechos y ha asegurado que lo denunció por despecho, ya que él no quiso subir a la habitación donde se hospedaba y tener más sexo.
El juicio, que ha quedado visto para sentencia, se ha celebrado este miércoles en la Audiencia Provincial de Málaga y durante la declaración, el acusado afirmó que llegaron a tener relaciones pero que fueron consentidas aunque luego le denunció por “despecho”, ya que ella quería tener más sexo en la habitación del hotel y él se negó. El taxista, de 35 años, indicó que la mujer, que estaba de vacaciones, estaba ebria en la parada de plaza Solymar de Benalmádena y, que una vez en el interior del vehículo, se le insinuó y le dijo que quería sexo en inglés.
Explicó al Tribunal que dudó, pero que terminó aceptando la propuesta y que se fueron a un lugar retirado para mantener relaciones consentidas, pero que al acabar “ella quería más”, y le pidió que subiera a la habitación del hotel, “fue por despecho”, insistió.
A través de videoconferencia, la víctima negó que las relaciones fuesen consentidas y argumentó que el taxista se metió en una urbanización, paró el coche y la violó, pese a que ella intentó eludir la agresión. Un forense, presente en el juicio, declaró que las lesiones de la víctima son compatibles con una agresión sexual.