Garzón está siendo investigado por el delito prevaricación en un caso iniciado por la presentación de una querella del sindicato Manos Limpias, admitida a trámite el 26 de mayo de 2009 por la Sala Segunda del Tribunal Supremo.
“Las investigaciones del juez Garzón de los crímenes contra la humanidad no equivalen a negligencia profesional que pudiera justificar acciones disciplinarias, mucho menos una persecución penal”, dijo Róisín Pillay, consejera jurídica principal para Europa de la CIJ.
Señaló que “los estándares internacionales relativos a la independencia de la judicatura prohíben la responsabilidad penal de los jueces por decisiones controvertidas e incluso injustas, que en todo caso deben ser tratadas a través de los mecanismos disciplinarios establecidos a tal efecto”.
Asimismo, la CIJ subraya que los delitos que está investigando en este caso el magistrado son imprescriptibles.