El Consejo Local de Hermandades y Cofradías designaba el pasado jueves 15 de noviembre, al cartelista que anunciará la Semana Mayor gaditana de 2019. Se trata de Fernando Devesa, uno de los pintores revelación de los últimos tiempos en la tacita de plata.
Jonatan Alcina, artista y prologuista de la web oficial de Fernando, define su obra como la de un autor comprometido consigo mismo; “su pintura habla de sus recuerdos, de sus vivencias, de su lucha interna por superarse a sí mismo y en la que hasta el momento ha salido victorioso”. No parecen malos conceptos para definir a alguien que tiene que trasmitir el sentimiento de la Semana Santa gaditana a través de la pintura.
Hoy hablamos con él, lo conocemos profundamente e intentamos conocer algo del cartel que se presentará el próximo 10 de enero en el salón de Plenos del Ayuntamiento de Cádiz:
¿Cómo se definiría usted artísticamente? ¿Cuál es su estilo?
Me definiría como un eterno aprendiz, una persona en proceso constante y continuo de aprendizaje. Me gusta pensar que soy hoy mejor pintor que ayer, pero peor que mañana. En cuanto a mi estilo yo me siento enormemente atraído por la figuración, el realismo y así intento definir mi pintura.
¿Qué concepto tiene del cartel, que pretende con él y qué cree que va a aportar al patrimonio artístico y cofrade de la cartelería gaditana?
Pues lo considero algo importante como medio de divulgación. Yo siempre concibo mis obras independientemente de para qué se utilicen como una obra pictórica con valor propio. En esta ocasión, además se va a usar como cartel y es para mí un tremendo orgullo aportar mi granito de arena en la difusión de una de las tradiciones con más arraigo de mi ciudad como es su Semana Santa. La aportación, yo diría que es casi recíproca.
¿Qué técnica ha usado?
Óleo sobre lienzo.
A lo largo de su trayectoria como profesional ha realizado muchas obras, ¿Con cuál se queda?
Pues sería difícil decantarme ahora por una, aunque le tengo especial cariño a todas las que dedico a mis hijas
¿Qué proyectos está realizando actualmente? ¿Algunos para el futuro?
Yo trabajo siempre de forma un tanto “anárquica” pues lo mismo estoy hoy trabajando con un paisaje de grandes dimensiones, que lo aparto y empiezo un retrato de alguien en el momento en el que he sentido esa necesidad de pintarlo. Hay que aprovechar esos momentos de inspiración. Luego, lo mismo, antes de acabarlo retomo el anterior, y así… Y como proyecto, tengo pendiente una exposición en el Puerto de Santa María que creo que será pronto, quizás en el primer trimestre del próximo año.
¿Qué le parece el sistema de elección que practica el Consejo de Hermandades para elegir el cartel o cartelista de la Semana Santa?
Bueno, hay muchos concursos que guardan prácticamente el mismo formato. Me parece bueno que se hagan este tipo de concursos y más en Cádiz, que no hay a penas, salvo el de Carnaval y si acaso el que organiza anualmente la Quilla, aunque éste último sea de pintura rápida. Quizás modificaría el hecho de tener que competir fotografía con pintura. No me parece eso muy acertado. Podría por ejemplo convocarse un año un concurso de fotografía y al año siguiente uno de pintura, por ejemplo, pero insisto, no es el único que lo hace así.
Le conozco de algo… y sé que le gusta la Semana Santa en la anochecida ¿Plasmará así su instantánea o recreará una Semana Santa de día?
Pues eso lo dejaré para que la gente lo vea con sus propios ojos el día 10 de enero, jajaja
Dicen que la Semana Santa es la fiesta de la luz, los sentidos y los colores ¿Qué importancia tienen esas tres concepciones a la hora de pintar el cuadro?
Pues mucha más de lo que seguramente aparenta porque a mi modo de ver ésta es una de las tradiciones más completas a nivel artístico que podamos contemplar porque en ella tiene cabida la pintura, la escultura, la orfebrería, la música y otros muchos aspectos que le otorgan una enorme personalidad propia que lo mismo entra por la vista, que por los oídos que por el olfato. Sin duda plasmar todo ello en un lienzo se antoja tarea difícil.
¿Qué ha querido transmitirnos con la obra?
Me gustaría transmitir todo lo anterior indicado pero sobre todo un profundo respeto hacia este tipo de religiosidad popular, pues bien no es necesario ser creyente para respetar y disfrutar de todo un museo sacado a la calle.
¿Cree que el cartel de la Semana Santa de Cádiz coarta un poco al artista por la responsabilidad que conlleva?
Si exceptuamos las “Meninas” seguramente la de los bufones de Velázquez sean de las obras mejor logradas de este genio y esto es consecuencia de la libertad que le otorgaba el hecho de no tener que satisfacer a la monarquía cuando le encargaba un cuadro que resaltara sus virtudes y “enterrara” sus defectos, y es esa libertad la que pretendo auto inculcarme cada vez que empiezo una nueva obra. No se trata de hacer caso omiso a la opinión de los demás con respecto a tu obra, ni de evadir responsabilidades, pero sí tener un juicio propio muy definido que te haga trabajar con la mente fría.
¿Por qué la Virgen del Buen Fin?
Sinceramente, habría disfrutado exactamente lo mismo pintando cualquier otra imagen, pero yo trabajo, cuando no se puede del natural, mediante fotografía y ésta está basada en una instantánea que sacó mi hermano Manuel que me gustó mucho. Además, el lugar elegido está muy de actualidad tras el cambio de Carrera Oficial.
Tengo entendido que el año pasado fue seleccionado, nada más y nada menos que por Antonio López, para un curso extremadamente escrupuloso en cuanto al personal escogido.
Sí, siempre intento aprender de los mejores y he tenido oportunidad de hacerlo de gente de altura, pero en este caso fue además un privilegio que me gané en un proceso selectivo a nivel internacional donde el propio Antonio López y Andrés García Ibáñez, seleccionarían a sus alumnos tras revisar cientos de dossiers. Así que una vez que se me notificó, cogí el ferry y me fui a Melilla donde tuvo lugar el curso. Allí coincidimos compañeros de sitios tan dispares como Japón, Inglaterra, Argentina o Bolivia. Fue toda una experiencia pintar unos membrillos del natural enriqueciéndome de los consejos que Antonio me iba dando.
¿Es lo mismo un cartel que un cuadro? ¿Qué ha hecho usted?
No lo es. De hecho, el cartel está concebido con otras miras y su concepto y aparición es mucho más tardío. Lo que yo he hecho es un cuadro, una obra en si misma destinada a ser colgada en una sala expositiva, no de la fachada de un edificio, pero claro está, con una buena maquetación se pueden sacar reproducciones que hagan las veces de cartel.
¿Tiene algún ritual a la hora de crear sus cuadros?
No especialmente, de hecho, hay días que trabajo con música y otros en absoluto silencio, por poner un ejemplo.
¿Le ha dado tiempo a marcarse unos plazos para la ejecución de la obra?
Si, bueno, pero he de decir que ya tenía en mente la idea, porque el tiempo desde que salen las bases hasta el final del plazo de entrega es realmente muy justo.
¿Va a modificar un poco su estilo para adaptarlo a las particularidades que tiene un encargo como el del cartel de la Semana Santa?
No, sencillamente porque no sabría cómo hacerlo, como suele decirse al final “la cabra siempre tira al monte”, quizás lo que modifiqué para la ocasión fue la temática, porque aunque he realizado alguna que otra obra religiosa, sobre todo en mis comienzos, no suelo dedicarme a ella. La temática que más me gusta es la de la escena cotidiana y figurativa, el retrato…
El mundo cofrade es muy especial. ¿Hasta qué punto le asusta la crítica?
Una buena crítica no es la que te enaltece, sino la que desde el respeto te hace ver qué aceptación tiene tu obra a nivel personal y comunitario o social. Esa crítica te sirve para seguir creciendo. Generalmente la crítica no constructiva, la hiriente, suele salir de los sectores menos formados e incultos.
¿Qué sentirá el próximo mes de enero cuando se descubra la obra delante de cientos de gaditanos?
Me sentiré como un privilegiado