Hasta el lugar se desplazaron siete efectivos con tres vehículos. Cuando llegaron, el humo ya había encontrado salida por los huecos naturales del edificio.
El recinto se encontraba cerrado por lo que, mientras parte del operativo procedió a romper la puerta de acceso directo a los sótanos, otro equipo accedió por la puerta principal después de forzar un cristal de la misma.
Los bomberos, equipados con Equipos de Respiración Autónoma (ERAs), accedieron al edificio totalmente inundado de humo y localizaron el fuego en un vehículo en el sótano segundo, un Citroen Meari y procedieron a la extinción que necesitó 600 litros de agua.
La combustión produjo grandes cantidades de humo que inundó todo el edificio debido a que las puertas de acceso y de comunicación de los garajes -puertas contra incendios- se encontraban abiertas y no pudieron cumplir con su labor de frenar el avance del humo y del calor. El humo ocupó las zonas comunes y acabó llenando todo el edificio. No funcionaron los sistemas de extracción.