El Juzgado de Primera Instancia 1 de Girona ha desestimado una demanda interpuesta por un constructor de Girona contra el jugador del FC Barcelona Leo Messi por supuestamente incumplir un contrato acordado por su padre como su representante legal en 2004, según la sentencia recogida por Europa Press.
Según defendía el demandante, Jorge Messi se quedó sin trabajo en 2004, por lo que podía quedarse sin permiso de residencia en España y tener que volver a Argentina con su hijo --lo que habría interrumpido la carrera del jugador--, por lo que el empresario le hizo un contrato de trabajo.
En el acuerdo, según la versión del demandante, se estableció que si Messi llegaba al primer equipo del FC Barcelona, pagaría al constructor entre un 2% y un 3% de las ganancias del jugador hasta la temporada 2019-2020.
La familia del jugador y el propio Messi admiten que el padre estuvo dado de alta en la empresa del demandante, pero sostienen que fue un favor por el que en ningún caso se pactó ningún tipo de remuneración.
En la sentencia, el tribunal considera probado que entre el demandante y el padre de Messi, cuando el futbolista era menor, existió un acuerdo para que le contrataran en la empresa, pero no ve probado que se acordara como contraprestación un porcentaje de lo que ganara Messi si era fichado en el Barça entre las temporadas 2005/06 y 2019/20.
El juicio por estos hechos se celebró el pasado 13 de noviembre pero Leo Messi no compareció a la cita, si bien ahora el juzgado descarta con esta incomparecencia se suponer que fueron probados los hechos, tal como prevé el artículo 304 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim).
El juez tiene en cuenta que cuando ocurrieron los hechos Messi era menor de edad, por lo que no intervino "personalmente en las negociaciones".