Se desveló el misterio que pudiera haber en torno a la agrupación de Kike Remolino para este año. Tras alcanzar las semifinales con ‘Los campaneros’ en la pasada edición del COAC, para esta ocasión y con un tipo de farolero, presenta su credencial con una primera pieza llena de potencia y que acaba encendiendo todas las luces del teatro en medio de una gran ovación por parte del respetable.
La tanda de pasodobles la arranca la agrupación de Remolino con una hermosa letra escrita desde el punto de vista del hijo de un componente de la comparsa que le recuerda lo orgulloso que está de él. Sin embargo, destaca la segunda, dedicada a Tato, que por enfermedad no ha podido disfrutar este año sobre las tablas del Falla con su agrupación. El teatro en pie y la ovación, para el guitarra.
En cuanto a los cuplés, el primero es a la cantidad de luces que lleva la comparsa y sirve para proponerle al Kichi que pague la factura a cambio de dejarle las bombillas para Navidad. La segunda letra, dedicada íntegramente para el torero Padilla, del que ya no sabe “si es un torero o un transformer”. Estribillo, como casi todas las comparsas, romanticón.
El popurrí de la agrupación engancha desde el primer momento y, juego de luces incluido, le sirve a la comparsa para firmar un destacable paso por preliminares que les habrá servido, a buen seguro, para disipar las dudas que pudieran tener sobre la reacción de los aficionados en un debut que siempre es una incógnita.