Así, tras meses de gestiones por parte de la asociación española de criadores de la cabra malagueña, el reconocimiento ha llegado por parte de la Administración regional, que resalta y valora con esta denominación un nivel de calidad en la producción y comercialización que no pueden obtener otros productores de carne caprina.
“El reconocimiento es otorgado a nivel autonómico pero goza de validez en todo el territorio europeo. Lo más importante es diferenciar que nuestra carne es única por unos valores de higiene y producción que son muy cuidados, entre ellos destacan el peso, la talla y la edad del chivo que es sacrificado2, explicó el secretario ejecutivo de la asociación, Juan Manuel Micheo.
En este momento, pueden aspirar a obtener esta distinción los ganaderos de cabra malagueña afiliados a la asociación, lo que representa unas 30.000 cabezas de ganado. A partir de aquí, y conforme adquiera volumen de trabajo la empresa creada por la asociación para la comercialización del producto, desde la entidad se estará en potestad de evaluar y conceder esta distinción de calidad a todos aquellos ganaderos de cabra malagueña que estén interesados en sumarse al proceso. “Un paso superior a nivel de calidad sería obtener la Identificación Geográfica Protegida (IGP). Requiere un procedimiento más lento, tres años, pero también aspiramos a conseguirla”, dijo Micheo.