Álvaro Alcaide (Sevilla, 1970) tenía 43 años cuando decidió dejar su puesto de trabajo durante 14 años en las Urgencias del Virgen del Rocío para emprender una aventura en Inglaterra. Su decisión fue consecuencia de más de una década de contratos encadenados como “eventual interino sustituto”. “Siempre me decían: el próximo es para ti, Álvaro”. Pero no llegaba. Así que, con 43 años y un contrato cerrado vía Skype, se plantó en el Norte de Manchester (Inglaterra). Después de no pocas vicisitudes, el 14 de abril de 2014, Álvaro firmó a miles de kilómetros de su hogar su primer contrato fijo.
Como Álvaro, 232 médicos sevillanos han solicitado, en el periodo comprendido entre 2015 y 2018, su certificado de idoneidad para trabajar en el extranjero, según los datos en disposición de la Organización Médica Colegial (OMC).
En 2018, Sevilla se mantuvo entre las provincias de España en la que más médicos mostraron su disposición a salir al extranjero, en la mayoría de los casos por motivos de trabajo (seis de cada diez peticiones). Concretamente, la provincia se colocó en el puesto octavo, aunque muy alejada de los puestos de cabeza, ocupados por Madrid (492 ), Barcelona (404) y Valencia (129). Le siguieron Baleares (70), Alicante (64), Las Palmas (62) y Zaragoza (56).
El análisis de los datos de la OMC a nivel regional arroja que Andalucía fue la tercera comunidad con más solicitudes por detrás de Cataluña (792) y Madrid (742). El 45,6% de los médicos que pidieron estos certificados en España eran del ámbito hospitalario, seguidos de los de Atención Primaria (18,7%) y médicos en paro (5,4% del total).
Rafael Ojeda, presidente del Sindicato Médico de Sevilla, tiene claro que tras estas salidas lo que hay es la búsqueda de mejores condiciones laborales. “Aquí son pésimas. Hay conciencia del maltrato a los médicos”, afirma. Entre esas condiciones pésimas a las que alude Ojeda están las nóminas. Las asociaciones y colegios profesionales denuncian diferencias salariales con otras comunidades autónomas de casi 800 euros brutos al mes.
Álvaro Alcaide no le dio tanta importancia al dinero que iba a cobrar (“más, sí, pero también te retienen más en Inglaterra que en España”, apostilla), como al respeto al profesional. “No te cambian los turnos de un día para otro, las horas extras se abonan, está prohibido por Ley trabajar más de 12 horas seguidas...”. Todo eso hizo que Álvaro junto a su mujer y su hijo decidiera quedarse en Inglaterra cinco años.
“¿Sabe usted cuánto nos cuesta formar a un médico”? Con esta respuesta, el secretario del Colegio de Médicos de Sevilla, Juan Manuel Contreras Ayala, muestra su preocupación ante el hecho de que los médicos sevillanos se marchen en busca de mejores condiciones profesionales y laborales. Tanto él como el representante del Sindicato Médico de Sevilla entienden que hay que abordar ya el problema. Solución que se ha ido dilatando como consecuencia de los recortes.
La Consejería de Salud y Familias (PP) “es consciente de las quejas y demandas de los profesionales y por eso ya ha mostrado una predisposición al diálogo con los trabajadores”, sostienen desde el departamento de Jesús Aguirre.
Recuerdan, de hecho, que ya han propuesto en el Parlamento “un gran pacto que contemple un nuevo modelo de gestión sanitaria”.
“Ojalá cambien las cosas”, afirma Álvaro Alcaide antes de entrar a trabajar en la Unidad de Gestión Clínica de Cantillana, donde atienden a 25.000 habitantes de cinco pueblos del entorno. “Yo me fui harto del trato y de los recortes. Como el resto no iba a cambiar, cambié yo”, rememora Álvaro, que ahora pasa consulta como médico de Familia.
¿Por qué decidió volver? “El 18 de abril de 2018 anuncié que me iba. Me llamó el director médico del centro Kettering General Hospital y me preguntó qué quería para quedarme. Le contesté que Sevilla y a los tres hijos que tenía aquí. Todavía hoy, meses después de haber vuelto de aquella aventura, mi mujer y yo nos seguimos sorprendiendo con el sol de Sevilla”.