La Iglesia de Los Terceros, que tiene sus orígenes en el siglo XVII con la Orden Tercera franciscana y que goza de la calificación de Bien de Interés Cultural desde 2001, quedará abierta de nuevo para el culto el próximo 24 de marzo, tras un año y medio de restauración.
El conjunto de las obras, que se han extendido a lo largo de año y medio, se encuentra en estos momentos en la recta final de la tercera y última fase de la restauración, a falta de concluir la limpieza y restauración de los retablos, tarea que ha quedado prevista para el próximo verano.
Culmina por tanto año medio de trabajos después de que un informe de la Inspección Técnica de Edificios (ITE) dictaminara en 2015 obras en la cúpula de este templo.
Las actuaciones estructurales previstas dentro de la primera fase incluyeron una intervención en la Capilla de la Encarnación y en el crucero con motivo de la aparición de unas grietas en la cúpula central, en los arcos y en las bóvedas del presbiterio, y obligaron a una clausura parcial del templo.
La puesta en marcha de la segunda fase de las obras fue motivado por la necesidad de renovar y acondicionar las instalaciones y la instalación eléctrica, ya que, según un informe oficial emitido por los arquitectos Francisco Polo y Francisco M. Hernández, existía un riesgo real de incendio debido al mal estado de la misma.
Asimismo, la cripta que se encuentra bajo la capilla de la Encarnación ha sido acondicionada para una futura utilización como columbario por parte de la hermandad.
La inversión inicial, presupuestada en 467.000 euros, ha aumentado progresivamente hasta superar el millón de euros, según ha declarado Francisco Rico, "según se sucedían los imprevistos".
El traslado de las imágenes titulares de la hermandad se realizará el 22 de marzo, desde la Iglesia de San Román, templo que las ha acogido mientras se alargaban las obras.