El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se siente cómodo en la provincia gaditana. En las últimas semanas ha visitado reiteradamente Cádiz inmerso en los actos de precampaña. Si bien el pasado viernes recorrió la sierra para dar el pistoletazo de salida a la campaña electoral como candidato del PSOE al Congreso por la provincia, este lunes acudió a la capital para reunirse con agentes económicos y sociales. Para aprovechar su presencia, le invitamos al plató de 7tv Andalucía, donde fue entrevistado por el periodista Fernando Santiago en su programa ‘Cuaderno de bitácora’. Hablaron del Estado y sus cloacas, la policía política, la situación en el Campo de Gibraltar, narcos e inmigrantes.  Una interesante conversación que podrá verse al completo el próximo viernes a partir de las 21.30 horas en nuestra cadena.
“En un Estado democrático, europeo y de derecho no puede existir una policía política”, aseveró Marlaska ante la pregunta directa de Santiago. Quiso dejar claro a este respecto que “no me gusta hablar de policía política ni de policía patriótica, porque me parece que hacemos un flaco favor a lo que es la Policía Nacional en este caso”. “Son policías concretos que han instrumentalizado los elementos públicos con fines partidistas, concretamente con los del partido en el gobierno”, afirmaba. Con respecto al excomisario Villarejo y sus declaraciones de haber trabajado con once ministros diferentes, Marlaska dijo que “no sabemos para qué ministros ha trabajado de una forma ilegal. Porque quizás con algunos de esos ministros habrá tenido un comportamiento lícito”.
Ante la pregunta de si está convencido de que actualmente no existe dentro de su ministerio ninguna actividad de esa naturaleza, el candidato confesó que “las personas que fueron supuestamente utilizadas con el partido en el gobierno para unas actuaciones concretas no están desarrollando funciones relevantes en el Ministerio del Interior. Algunas están apartadas, otras están jubiladas y las que siguen en activo es porque aún no existe una resolución judicial que nos permita una suspensión de sus funciones. Pero donde no están es en ningún puesto de trabajo ni ningún destino que podríamos denominar sensible, sino en puestos meramente burocráticos”. “Lo que no hay en este Ministerio del Interior, y en eso sí que me puedo comprometer y poner la mano en el fuego, desde el 7 de junio de 2018 que yo tomo posesión del cargo de ministro, es ninguna utilización política o partidista ni de la Policía ni de la Guardia Civil, ni ningún funcionario público”, añadía.
Tras esto fue preguntado por la complicada situación en el Campo de Gibraltar, donde “ni siquiera la policía se atrevía a entrar porque allí mandaban los narcos”, en palabras de Fernando Santiago. El ministro declaró que “el Estado de derecho se ha restituido en el Campo de Gibraltar. Yo no voy a decir que el Estado de derecho hubiera decaido en la zona cuando nosotros llegábamos, pero lo que es cierto es que estaba en un riesgo y peligro evidente”. Reconocía, además, que desde fuera de la provincia se estaba observando y viendo en las noticias “como a un narco detenido en un hospital y custodiado por la Policía, veinte encapuchados entraban y se lo llevaban . Veíamos cómo los narcos acometían a la Guardia Civil... es decir, veímos que estaban tomando posesión de la calle. Para nosotros fue una de las primeras medidas”. El equipo del ministro se reunió en julio del pasado año con los cuerpos de seguridad del Estado, la sociedad civil y asociaciones para “acometer ese problema y actuamos en pocas semanas. Se dotó de medios con un plan de choque en materia de seguridad que reportó algo más de siete millones de euros y se ha implementado veintiún millones más para el año 2019”.
“No sólo estamos luchando contra el narco en el hecho de las detenciones e incautaciones, que son muchas,sino que también hemos implementado de forma sustancial lo que es inteligencia e información en materia de lucha contra los beneficios económicos de los narcos. Al narco no sólo hay que quitarle los alijos, sino también el beneficio económico de las actuaciones criminales”, contaba Marlaska.
En cuestiones de materia de inmigración, otro de los temas relevantes no sólo para la provincia de Cádiz, sino para toda Andalucía por su situación geográfica, el ministro reconoció que no le gusta verlo como un problema “sino como un reto”. “Este gobierno ha vuelto a hacer política migratoria. Ya se hicieron estas políticas con el gobierno de Zapatero después de la denominada ‘crisis de los cayucos’ en el año 2016. Luego, con el Partido Popular en estos siete años y medio, se dejó de hacer. Todos los convenios que teníamos con los países de origen y tránsito en África habían decaído. La postura del gobierno de Rajoy en Europa había sido cero”, aludía.
Para el ministro, la situación vivida el pasado verano con la llegada de un elevado número de migrantes y el colapso de los centros receptivos, “no nos debió coger de imprevisto, porque en el año 2016 las entradas en España por vía marítima fueron unas 8.600 pero en 2017 alcanzaron las 27.000, tres veces más. Ya se estaba viendo ese aumento de las entradas como consecuencia de que Italia estaba cerrando la vía del Mediterráneo occidental. Eso ya se estaba viendo en 2017 y el Partido Popular siguió sin prevér nada, a pesar de tenerlo delante de los ojos, y sin adoptar medidas”, alegaba.
Continuando en la frontera, fue preguntado por las concertinasde Ceuta, Marlaska dijo que su retirada “está aprobada por el Consejo de Ministro, dotado presupuestariamente y el proyecto ya está concluido y sólo hay que licitar para que se quiten”. Manifestó que iban a ser retiradas “todas las concertinas” y a partir de entonces los intentos de entrada se regularán con “un perímetro más seguro pero incruento”.
Finalmente, Fernando Santiago le preguntó por Agustín Rosety. “Compite con una persona al frente del partido Vox, que fue general de Infantería de Marina, y que ha firmado un manifiesto de apoyo al general Franco. No sé si se va a cruzar en algún debate con él y qué actitud se puede tener ante una persona así, no por el hecho de haber sido militar sino porque haya hecho ese elogio de la figura del dictador”. Ante la cuestión del periodista, el ministro y candidato al Congreso se mostró tajante y concisa: “Respeto a la persona como a todas las personas, pero cuanto más lejos de él, mejor”.