La Hermandad de los Gitanos ha sido en esta ocasión la cofradía que ha cerrado una Madrugá en la que las hermandades de la Macarena y de la Esperanza de Triana decidieron acelerar su regreso a casa y, casi a la misma vez, han terminado su estación de penitencia, acortando el camino de vuelta ante la previsión de fenómenos meteorológicos adversos a primera hora de la tarde.
Alrededor de la una de la tarde entraba María Santísima de la Esperanza Macarena en su basílica tras unas once horas de procesión por las calles de la ciudad, dando así fin a una estación de penitencia que se ha visto acortada en su parte final ante la previsión de lluvias a primera hora de la tarde. Aunque el cielo ha permanecido abierto toda la mañana, las nubes anuncian ya lo que podría ser un Viernes Santo truncado, como ya ocurrió el Jueves. Una hora antes, había cruzado las puertas de la basílica Nuestro Padre Jesús de la Sentencia.
Pocos minutos después, la Capilla de los Marineros en la calle Pureza recibía a Nuestra Señora de la Esperanza de Triana, con un barrio que se había volcado para recibirla. Una hora antes había sido el impresionante misterio de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas el que volvía a su capilla.
Cerraba la Madrugá María Santísima de las Angustias, de la Hermandad de los Gitanos, cumpliendo su horario previsto y siendo,en esta ocasión, la última hermandad de la jornada en volver a caso.
Casi una hora y media antes Nuestro Padre Jesús de la Salud había entrado en el santuario del Valle.
Con el “Himno Nacional”, “La Saeta” e “Y se fue al cielo” finaliza el Señor de la Salud su Madrugá, y nosotros, con él, nuestra Estación de Penitencia. Si Él lo quiere, hasta el año que viene. @Hdad_LosGitanos #MadrugáGitana19 pic.twitter.com/o7u24NZauP
— Sección Musical Los Gitanos (@LosGitanosSM) April 19, 2019
