La entrega de este terrorista, detenido el 22 de febrero de 2003 en territorio francés, se produjo en Marsella, precisaron las fuentes.
Otegi fue arrestado en la localidad de Irouléguy, a unos 70 kilómetros de Bayona, en el País Vasco francés, junto a la también miembro de la banda armada Aloña Muñoa Ordozgoiti.
Según fuentes de la lucha antiterrorista, ambos se encargaban, hasta su detención, de la búsqueda y alquiler de viviendas para miembros de la banda.
La detención de los dos fue posible gracias a una nota incautada a raíz del arresto del supuesto jefe militar de ETA Ibon Fernández de Iradi en diciembre de 2002, en el suroeste de Francia.
Esa nota mencionaba una cita con Otegi y Muñoa ante la iglesia de Irouléguy, donde la policía francesa montó el dispositivo para detenerles.
Mikel Otegi estaba huido desde 1997, cuando el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del País Vasco anuló el juicio con jurado popular que le declaró no culpable en febrero de ese año, pese a considerar que mató a dos agentes de la policía autónoma vasca, y ordenó la repetición del mismo.
Esa decisión fue confirmada posteriormente por el Tribunal Supremo, lo que llevó a las autoridades españolas a solicitar su extradición.
Según el expediente de solicitud de extradición, el 10 de diciembre de 1995, tras tener un altercado con un ertzaina, Mikel Otegi se dirigió a su domicilio en la localidad guipuzcoana de Itsasondo, conduciendo su vehículo a toda velocidad, lo que llamó la atención de una patrulla de la policía autónoma, integrada por dos agentes uniformados y perfectamente identificados.