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Sábado 16/11/2024
 

Cádiz

El falso 'Domecq' que simuló su muerte acepta 6 años y medio de cárcel

Jenaro Jiménez Hernández, el empresario gaditano que fingió su muerte para escapar de las deudas y se hizo pasar por Álvaro Domecq en Paraguay, cierra un trato

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  • Jenaro Jiménez en una imagen de archivo -

Jenaro Jiménez Hernández, el empresario gaditano que presuntamente fingió su muerte en la playa de los Alemanes, en el término municipal de Tarifa, para no hacer frente a las deudas que tenía pendientes, acudió en la mañana de este lunes a la Audiencia Provincial, para ser juzgado por varios delitos, entre ellos falsedad documental  y apropiación indebida. Al final, el juicio no se ha celebrado al aceptar el acusado una condena de seis años y medio de prisión, es decir, poco menos de la mitad que la pena que solicitaba la Fiscalía, la cual ascendía a los doce años de prisión.

Eso sí, según informó entonces la prensa paraguaya, el empresario gaditano inició allí una relación con una exreina de belleza de 28 años y a la que abandonó a los dos meses de tener con ella una hija, a la que había puesto el nombre de la esposa que había dejado en Cádiz

El proceso

Jenaro Jiménez fue detenido en agosto de 2009 después de que la Policía llevara investigando su paradero desde hacía más de un año, ya que 13 de abril de 2008 desapareció en “extrañas circunstancias” en la costa de la Janda y que hacían pensar que dicha desaparición pudiera deberse a que sufrió un accidente cuando practicaba pesca submarina en esas aguas. Este suceso motivó un amplio dispositivo de Salvamento Marítimo y la Guardia Civil para intentar lograr su localización, cosa que no se realizó.

Desde el primer momento destacó la existencia de “múltiples indicios” que apuntaban a que se trataba de una “desaparición voluntaria”, por lo que nunca se llegó a descartar que realmente estuviese vivo y en paradero desconocido. De hecho, a lo largo de la instrucción se ha podido conocer que el gaditano era administrador único y socio de Petróleos Atalaya, Emblematic Houses, Jenaro Jiménez S.L., Casas de Cádiz y Japo Food, y por las declaraciones de los distintos perjudicados, se supo que los negocios no le iban bien y tenía graves problemas económicos antes de su desaparición voluntaria.

Vida paralela

Resulta que Jenaro huyó a Paraguay utilizando una vez allí la falsa identidad de Álvaro Domecq. Allí conoció a Rossana Villalba, una ex reina de belleza de 28 años, a la que logró conquistar, llegando a tener incluso una hija con ella.

La Policía Nacional lo detuvo el pasado 13 de agosto 2009 en el aeropuerto de Barajas, cuando se disponía a hacer su entrada por la terminal número 4 procedente de Brasil. El empresario había pactado su vuelta para entregarse voluntariamente a la Policía y hacer frente a las consecuencias tanto personales como empresariales de su ausencia.

Los juzgados de Cádiz se hicieron cargo del caso

El abogado de Jenaro Jiménez, Alfonso Jiménez, aseguró en su día a este medio que las diligencias se llevarían a cabo en su totalidad desde los juzgados 2 y 4 de Cádiz capital. En un principio las causas se dividían entre los juzgados de Cádiz de instrucción número 2 de Cádiz y el de instrucción número 2 de Algeciras, hasta que el juez algecireño que instruía el caso se inhibió a favor de los juzgados de la capital, argumentando que las supuestas estafas se cometieron en la capital gaditana. Y así fue.

Por otro lado,  la Policía paraguaya no tenía constancia de que Jenaro Jiménez hubiera cometido alguna estafa haciendo uso de una identidad falsa. Así se lo hicieron llegar a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría Provincial que solicitó una investigación a la Policía de Paraguay.

El empresario, o  el presunto estafador, según se mire o según a quién se pregunte, Jenaro Jiménez Hernández en Cádiz y Álvaro Domecq y Carvajal en Paraguay, volvía a ser detenido, en esta ocasión en Hungría. Y es que Jenaro Jiménez  se encontraba en paradero desconocido desde hace más de año y medio, tras ser condenado el 2 diciembre de 2011 a dos años prisión por un delito de estafa al que era en 2008 su cuñado.

Sobre Jenaro Hernández pesaba una orden de busca y captura desde 2015, cuando su abogado dijo que desconocía su paradero para explicar porque se no presentó  en el juzgado de instrucción número 2 de Cádiz, para declarar como imputado tras ser denunciado por estafa, falsedad documental y apropiación indebida por sus socios.

Pero sobre Jenaro Jiménez también pesa otra orden de busca y captura dictada para que en el momento en que se localizara entrase directamente en prisión y así  cumplir una pena de dos años. Esta condena en firme nació de la denuncia de su excuñado, quien le prestó 47.000 euros como señal para comprarse un piso, dinero que desapareció en manos del empresario justo antes de simular su muerte y marcharse a Paraguay, cambiarse de identidad, llamarse Álvaro Domecq y Carvajal, casarse con una miss, tener un bebé y volver a huir.

Y es que tras apropiarse del dinero de su cuñado, y sacar dinero de forma compulsiva de varias cuentas, Jenaro se desplazó en coche una playa cercana al Cabo de Camarinal, entre Tarifa y Zahara de los Atunes, donde simuló su muerte mientras practicaba submarinismo en la zona. Hablamos del año 2008. Supuestamente fue en bicicleta hasta Gibraltar, desde cuyo aeropuerto partió hacia Sudamérica. Tras denunciar su familia su desaparición, los agentes de la Guardia Civil hallaron su coche y una aleta del traje de submarinismo.

Jenaro, vía Londres y Sao Paulo (Brasil), aterrizaba horas después en el aeropuerto de Asunción, en Paraguay, donde permaneció 16 meses, eso sí al parecer muy intensos, aunque hay muchas lagunas en el relato. Eso sí, según informó entonces la prensa paraguaya, el empresario gaditano inició allí una relación con una exreina de belleza de 28 años y a la que abandonó a los dos meses de tener con ella una hija, a la que había puesto el nombre de la esposa que había dejado en Cádiz

Tras descubrirse que para nada estaba muerto y localizarse su paradero, se pactó su regreso a España para entregarse a la justicia, sobre todo gracias a que sus familiares lograron convencerlo.  Su regreso a España conllevó su detención ese año 2009.

Y así, mientras los distintos juzgados seguían adelante con la tramitación y desarrollo de sus muchas causas en contra, Jenaro decidió volver a huir tras saber que tenía que ingresar en prisión para cumplir condena de dos años por la causa abierta tras la denuncia de su antiguo cuñado. Pero el pasado 15 de septiembre, fue localizado y detenido por la Europol, en aquella ocasión en Hungría.

Ahora Jenaro ingresará en prisión, o más bien regresará a Puerto III, para cumplir esta condena de seis años y medio, que en realidad serán cinco años y medio al pasar ya uno de ellos en la cárcel.

 

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