Urbaser, la concesionaria en vigor del servicio de limpieza viaria, ha negado a través de un comunicado que esté suprimiendo o rebajando servicios ni contenedores en la ciudad, en respuesta a la reclamación anunciada días atrás por el Ayuntamiento en la que se informaba de la imposición de sanciones por incumplimiento del pliego del propio servicio. "Todo lo contrario", aseguran desde la compañía, que recuerda que desde el año 2014, en el que el servicio de recogida dejó de depender de Aguas de Jerez, Urbaser "ha puesto más de 300 contenedores sin coste alguno para el Ayuntamiento".
Además, pone "más ejemplos del compromiso con la prestación de un servicio de calidad", como la decisión de reforzar la actividad de limpieza de la ciudad "con nueva maquinaria no contemplada en contrato, asumiendo totalmente el coste de la misma, o el incremento de personal de cara a grandes eventos recientes, como son la Feria del Caballo, el Gran Premio de España de Motociclismo y las festividades de Semana Santa".
La compañía, eso sí, recrimina al Ayuntamiento, que trabaja bajo unas condiciones "financieramente insostenibles, prestando su servicio a pesar de que el Ayuntamiento de Jerez apenas haya ingresado a Urbaser a día de hoy el 4% del importe total facturado y acumulado a lo largo de 2019 y de que mantenga una deuda aproximada de 90 millones de euros. No obstante, y a pesar de estas enormes dificultades, la compañía ha seguido prestando sus servicios, y seguirá haciéndolo, comprometida con los trabajadores, el municipio y sus vecinos", defiende en su comunicado.
Con respecto al recurso presentado contra la adjudicación del servicio a una nueva empresa, aseguran que no lo han hecho "con el ánimo de entorpecer o ralentizar ningún procedimiento público o cambio de proveedor en el servicio. Sencillamente, quiere reivindicar sus derechos y poder optar con verdaderas garantías a la renovación de un contrato por el que sigue apostando tras años de leal compromiso con la ciudad de Jerez y sus vecinos".
Por último, expresan su disposición al diálogo con el gobierno municipal en todo momento. "La compañía no va a mermar en modo alguno la calidad y dotación de sus servicios sean cuales sean las circunstancias o resoluciones que se adopten respecto a este proceso de licitación. Nunca se hará ni forma parte de su cultura empresarial. La prestación del servicio a los jerezanos está por encima todo", concluyen.
Reacción municipal
Por su parte, el Gobierno Municipal ha desmentido los datos emitidos por la compañía así como ha aportado una serie de consideraciones sobre los niveles de calidad de la prestación del servicio de limpieza. Así, en primer lugar, el Ejecutivo local indica que la empresa ha recibido en el presente ejercicio un 35% del importe total facturado, y no el 4%, como apunta en su comunicado. Además, en esta línea de cumplimiento, el Gobierno Municipal afirma que la deuda con la compañía "no es de 90 millones, sino de 46,37 millones, tal y como se refleja en los datos de la Tesorería Municipal, habiéndose pagado durante el anterior mandato socialista un total de 60 millones de euros; de los cuales, 7 millones se han abonado en lo que va de año".
En cuanto a lo niveles de prestación del servicio de limpieza, el Consistorio jerezano lamenta que la empresa "no sea capaz de ver ni atender la suciedad de las calles, una demanda ciudadana que evidencia la dejación de la prestación de un servicio que debe atender por ley, y que, acumula ya tres sanciones por parte del Ayuntamiento".
Por otro lado, desde el Gobierno Municipal se quiere lanzar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía, ya que el procedimiento de contratación del servicio de limpieza con la nueva empresa sigue su curso, "a pesar de los retrasos motivados por los recursos de Urbaser. A corto plazo, tanto el Jerez urbano como rural contarán con un nuevo servicio de limpieza, dotado de más y mejores maquinarias, personal así como de una ampliación de horario del servicio".
Por último, reitera su buena disposición al diálogo con la empresa con la que se procederá a la liquidación ordenada de la finalización del contrato, que incluye la cuantificación de la deuda así como la obligación de la compañía de revertir la actual nave ocupada por la empresa que pasará a ser propiedad municipal.