Un verano más, tal y como ha venido ocurriendo en los anteriores, empieza el mes de julio con la habilitación de la zona naranja en los alredores del Paseo Marítimo. El uso de esta zona naranja, tal y como informaba hace unos días el ayuntamiento, estará combinado con una zona azul de alta rotación con un tiempo máximo autorizado de 90 minutos. De esta forma se intenta favorecer tanto a residentes como a los usuarios de las playas.
Según fuentes municipales, hasta el pasado viernes había sido un total de 158 tarjetas las solicitadas por los vecinos para poder hacer uso de estas plazas de estacionamiento. La cifra irá aumentando en los próximos días, ya que el plazo de solicitud permanecerá abierto todo el verano. La zona azul cuenta 556 plazas y la zona naranja, con prioridad para residentes, con 196 plazas.
Cabe recordar que el pasado año, a pesar de la negativa inicial por parte de los vecinos de la zona, finalmente esta iniciativa consiguió una aprobación “casi unánime”, según indica Juan Díaz, de la Asociación de Vecinos ‘Muñoz Arenillas’. Sin embargo, reconocen desde la AAVV haber solicitado una reunión con el ayuntamiento para abordar el tema, ya que consideran que el sistema se ha hecho “de manera unilateral y nos gustaría haber sido partícipes como usuarios”.
Díaz resalta la “buena sintonía y entendimiento” que tuvieron el año pasado con el Concejal de Urbanismo y Movilidad, Martín Vila, y “esperamos que este año vuelva a haberla una vez que nos reunamos”. Uno de los asuntos que más preocupa a los vecinos es saber si finalmente quedará la zona naranja establecida de forma permanente. Emasa, por su parte, ha asegurado que la zona pasará a ser permanente “durante todo el año, de lunes a domingo las 24 horas del día y a partir del 1 de julio”. El coste de esta tarjeta es de 24,70 euros/año.
En otros asuntos, Juan Díaz, incide en que la peatonalización del Paseo Marítimo es “algo positivo”, indicando además que el proyecto ha llevado a los vecinos de esa parte de la ciudad a constituirse como asociación, ya que hasta el momento no pertenecían a ninguna de las existentes. En definitiva, los residentes de esta zona muestran un grado de aceptación bueno ante la iniciativa y confían en que esta medida palie de alguna forma la pérdida de plazas de aparcamientos provocadas por el carril bici.