“Oh capitán, ¡mi capitán!”. Habiendo leído esa frase, sabrá usted muy probablemente que pertenece a la película El Club de los poetas muertos, en una de sus escenas más emotivas, en la que el profesor Keating abandona el aula del internado en la que había dado clase y donde inculcó el amor por la poesía a sus alumnos.
Esta película de Robin William representa una realidad que hoy en día parece imposible: un grupo de jóvenes interesándose por la poesía.
Vivimos en un mundo dominado por las redes sociales. Publicamos lo que desayunamos, almorzamos y cenamos. Publicamos cuando vamos al cine, de compras, estamos con nuestra e incluso en el gimnasio. Nos enteramos de la vida de las personas por lo que publican en su muro de facebook y no por lo que nos hayan contado. Además, plataformas multimedia como Netflix, HBO o Amazon Prime han llegado para quedarse y nos dan la posibilidad de ver una serie o película en el momento que queramos.
En el mundo digital y tecnológico en el que vivimos, es casi imposible imaginarse a un chaval leyendo poesía, o más difícil aún, escribirla. Sin embargo, en la tacita de plata se encuentra la Poetry Slam Gadir, una de las sedes del circuito de Slam de España.
Si no se ha enterado de nada en el último párrafo no se preocupe, puede ser normal. Se lo explicamos. El Slam es un formato de poesía escénica de competición en la que los participantes o “slamers” presentes sus obras poéticas.
Todos los años hay una competición a nivel nacional en nuestro país. En 2.019 se celebró en Valladolid y participaron 24 representantes de distintas ciudades españolas. En 2.020 los organizadores estiman que podrán llegar a los treinta participantes, aunque aún no hay una sede oficial.
Este año se cumple el décimo aniversario de este evento. En Cádiz, como decíamos anteriormente se encuentra el Poetry Slam Gadir, con tan solo cuatro años de vida y cuyo coordinador es Adrián de la Mata Sánchez.
Cuenta para Viva Cádiz el modo de clasificación para el campeonato nacional. “Cada sede lleva a un participante, que se decide a modo de torneo local. Hay dos formas de elegir a un representante: por la liga, que es como nosotros lo hacemos. Mínimo son seis veladas, nosotros hacemos ocho este año. En cada velada se van repartiendo puntos, y al final de la liga, quien tenga más puntos será nuestro representante. Se supone que quien más puntos tiene es el que más ha gustado. La segunda opción es que quien gane cada velada se clasifica para una final, y todos los finalistas se baten en duelo para representar a su ciudad”.
Las puntuaciones en cada velada de hacen de una manera sencilla. Reparten cinco pizarras entre el público y se puntúa a cada participante del cero al diez, eliminándose las notas más alta y baja. Se suman las notas de en medio, y de ahí se saca tu puntuación en la velada. Las cuatro puntuaciones más altas de clasifican para la final de la velada.
Sin embargo, para la clasificación general, la que decide el campeón local y representante para el torneo estatal es la siguiente: un punto por participar en la velada, dos puntos por llegar a la final y tres por ganar.
Este viernes tendrá lugar la segunda velada de este curso de la Poetry Slam Gadir. Comenzará a partir de las 21:15 horas en el Centro Social Autogestionado de La Enredadera, en la Calle Javier de Burgos, y contará con la presencia del poeta José Olmedo.
“Nosotros funcionamos por taquilla inversa” es decir “una persona asiste al show y cuando termine pagas lo que creas que merece. Hay personas que dan cinco euros y personas que dan un euro”.
Adrián, aunque su nombre artístico es “Vomitronic” habla sobre el mundo de las letras y la poesía. “Yo soy muy pesado con la idea de que la poesía no está muerta ni tiene polvo encima. La poesía no es algo que esté solo en las administraciones públicas “.
“La poesía es algo que está en la calle, que es gente joven que escribe poesía clásica o menos clásica”, y como todo en esta vida, ha evolucionado. “La poesía no es cantarle a las flores diciéndole que te echo de menos. Ahora la poesía es hablar sobre un whattsap con un te quiero que no llega nunca”.
Ana García, estudiante de filología hispánica, y conocida como “Annélfica” anima a los más jóvenes, y no tan jóvenes a escribir. Cuenta que Poetry Slam Gadir le cambió la vida.“Escribir es una manera de expresarse, y desahogarse, de poder dejar en el papel todo lo que tienes dentro. Es algo terapéutico. Cuando escribo siento que me abro emocionalmente. Antes de saber que era la Poetry Slam Gadir me sentía aislada”.