El actor Jorge Sanz ha destapado este sábado su estrella en el Paseo de la Fama en el marco del Festival Internacional de Cine de Almería (Fical), donde recibirá el máximo galardón como reconocimiento a su labor y a una "carrera de fondo, a largo plazo" en la que como actor ha conseguido "perdurar en el tiempo", según ha reconocido a la hora de destacar el "cariño" y la "cercanía" que percibe del público tras más de 40 años de interpretación.
"Está claro que esta es una tierra de cineastas y de futuros cineastas", ha manifestado el homenajeado justo antes de clavar una rodilla en el suelo para descubrir el vigésimo primer lucero de la avenida ubicada junto al Teatro Cervantes de la capital, donde los fans han rendido tributo al actor, quien, tras la foto oficial, se ha saltado el cordón de terciopelo para saludar al público y realizarse unos 'selfies'.
El actor ha acariciado la estrella ubicada en el afamado espacio en el que también se dedicó un reconocimiento al actor Arnold Schwarzennegger, con quien compartió el papel de 'Conan el Bárbaro' en su etapa de niño. "Hice Conan porque ya tenía varias películas a mis espaldas y porque lloraba muy bien", ha explicado en una rueda de prensa anterior, en la que ha confesado que aunque era "un especialista en eso" el día del rodaje no consiguió soltar ni una lágrima.
"Es una anécdota divertida de un rodaje maravilloso, fue mi primer contacto con una superproducción de Hollywood", ha dicho Sanz, quien ha recordado que tenía "diez u once años" cuando realizó el papel. "Mi vida ha transcurrido de un rodaje a otro, y doy las gracias a quien se ha encargado de mi carrera porque me siento muy satisfecho y orgulloso de alguna manera de haber hecho algunas películas buenas que han llegado al corazón de la gente".
El ganador de un Goya por 'Si te dicen que caí' ha afirmado que a día de hoy, tras haber cumplido 50 años, aún percibe "ese cariño de la gente que me ha visto crecer desde pequeñito" en la pantalla hasta convertirse en uno de los actores españoles más icónicos del cine y la televisión de los 90. "Fernando Fernán Gómez dijo que la fama dura cuatro años. Serrat decía que la fama era circular", ha reflexionado sobre los altibajos de una "carrera de fondo" en la que hay que "hacer lo que te gusta con todo el cariño del mundo" ya que eso provoca que "en la memoria de la gente entres con más fuerza".
Con ello, ha incidido en los recorridos profesionales, en los que cada vez que un actor da la "vuelta a este círculo, la gente te quiere con más fuerza". "Yo noté que me hice famoso cuando dejé de ser el niño de 'Valentina' o el niño de 'Conan' y pasé a ser Jorge Sanz", ha incidido antes de comentar los cambios en su trayectoria, cuando comenzó a hacer teatro hace unos "15 o 20 años" y "no por necesidad".
"Siempre me habían dado envidia los actores de teatro, me sentía en desigualdad de condiciones con ellos", ha explicado al asegurar que "la muerte de un actor es no trabajar" y reconocer que ha sido uno de los actores que ha tenido la capacidad "de hacer la película que más o menos quería".
Sanz, quien augura una nueva "época dorada" para el cine y la televisión con las plataformas digitales, ha destacado la labor del festival almeriense, que hace que "se alimente la industria del cine, que se alimenta de mitos, manías y grandes amores", toda vez que ha reivindicado la provincia como un "gigantesco y precioso" plató natural para el rodaje de películas, que se ha mantenido desde su pasado "internacional", con lo que ha sugerido alimentar el sector con profesionales para darle "un empujón".
Con esto, ha felicitado a la organización por la calidad del evento frente a otros eventos como San Sebastián, que es "un riesgo de festival" o Málaga, que "entró con vocación de festival cine español y es más un escaparate". Para el actor, el festival de Almería "es el que tiene la base y los cimientos de lo que es hacer películas: cortos y óperas primas", ha estimado.