Así lo indicó ayer, en declaraciones a Efe, el director general de Producción Agropecuaria de la Junta de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, quien reconoció que será “complicado” conocer la causa de la presencia del citado virus en esta granja, donde ha habido que sacrificar a sus 320.000 gallinas.
Martínez Arroyo no descarta que el origen pudiera estar en las cigüeñas que según el propietario y el veterinario de la explotación rondaron el pasado septiembre por el tejado del silo de la granja porque habitualmente este tipo de virus se transmite por aves silvestres, pero, “la seguridad absoluta no se puede saber”.
Según el director general de Producción Agropecuaria, en el supuesto de que encontrasen algún ave muerta podría ser un indicativo para averiguar la causa del virus, una variante de bajo riesgo de la gripe aviar.
“Estas aves están en unas naves con unas condiciones de seguridad absolutas, pero hay puertas que se abren, ventilación que tiene salida al exterior”, afirma Martínez, quien señaló, no obstante, que para que el virus se haya transmitido ha tenido que haber una alta presencia del mismo, es decir, tienen que haber sido muchas aves y muy infectadas y es lo que previsiblemente ha pasado”.
Por lo que respecta al hecho de que se haya conocido el subtipo del virus (N7) causante de la gripe aviar en la granja de Almoguera, aseguró que no aporta ningún dato relevante a los que ya se tenían, salvo para trabajar en una posible vacuna en su momento, e insistió en que no es transmisible al ser humano.
Martínez Arroyo confirmó que este último dato que completa el tipo de virus (H7N7) sólo confirma que se trata de un virus “altamente patógeno para las aves” por ser un H7, pero, en cuanto al subtipo N7, parece ser que no se trata de una variedad muy frecuente.
Recordó que no hay ningún riesgo para la salud humana ni siquiera por el consumo de los productos que pudieran estar afectados por la influencia aviar.