No hay más excusas para la actual plantilla del Recreativo de Huelva. Tras una semana muy movida en lo deportivo con la destitución de Alberto Monteagudo y la llegada relámpago de Claudio Barragán como nuevo entrenador del Decano, a partir de ahora todas las miradas de la dirección deportiva, consejo de administración y afición van a estar centradas en el terreno de juego y en los que deciden los partidos, los futbolistas. Ya más cambios ni soluciones a día de hoy se le pueden pedir al club y a la secretaría técnica y ahora está en los jugadores el demostrar si el problema para ser más regular estaba en el banquillo o los profesionales también tienen mucha culpa de esta irregularidad constante durante la temporada.
Fase regular
El Recreativo tiene ante sí por delante de aquí al final de la fase regular 14 jornadas de liga y, con el ascenso ya esta temporada imposible, el objetivo es mejorar y bastante la clasificación, no pasando apuros para mantener la categoría y a ser posible intentando clasificarse del séptimo hacia arriba, para poder jugar la próxima campaña la Copa del Rey. Ese es el objetivo que se ha marcado tanto el club como Claudio Barragán en su primera etapa como técnico recreativista, que espera que tenga continuidad siempre y cuando se vea otro Recre de aquí a final de temporada. Pero Barragán deberá dar en la tecla muy pronto de un plantilla capaz de lo mejor y de lo peor y que hasta el momento ha dado una de cal y dos o tres de arena, lo que lo ha llevado a la situación actual.
El Recreativo debe reaccionar y, apoyada en el cambio de entrenador, la plantilla debe dar un paso al frente para demostrar la calidad que se le presupone y que ha demostrado en contadas ocasiones durante algunos partidos, para comenzar a sentar las bases de un proyecto ganador que esta temporada ha fracasado pero donde se puede comenzar a trabajar de cara al próximo proyecto deportivo. La primera prueba de fuego, este domingo en Don Benito.