La ciudad de Málaga ha recordado este viernes, 28 de febrero, a Blas Infante en el Día de Andalucía en un acto en el que el arquitecto, urbanista y académico de Bellas Artes Salvador Moreno Peralta y el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, han pedido reflexionar para mejorar la comunidad autónoma.
Durante el acto institucional municipal con motivo del Día de Andalucía también han estado presentes miembros de la corporación municipal; la delegada territorial de Educación, Deporte y Políticas Sociales, Mercedes García Paine; y el vicesecretario de Comunicación del PP y diputado nacional por Málaga, Pablo Montesinos.
En su intervención, Moreno Peralta se ha referido a la "obsesión por no incurrir en la tentación de extraer de las características de esta tierra las razones de unos privilegios diferenciales, como si los andaluces, por el hecho de nacer en ella fuéramos de mejor cosecha".
"Claro que somos hijos de la tierra que nos vio nacer, y que esta es una buena tierra, pero los seres humanos somos algo más complejos que las lechugas", ha señalado, por lo que ha indicado que no existe una "justificación racional por la que habríamos de ser forzosamente mejores o peores según naciéramos en un sitio o en otro", lo que "no quiere decir que sea lo mismo nacer en el soleado Valle del Guadalquivir que en las gélidas penumbras de la Laponia".
En este sentido ha recordado que "Andalucía ha sido, desde que tenemos noticias de la historia, la mayor tierra de provisión del mundo, y de ello dan cuenta las antiguas civilizaciones que la poblaron, todas ellas de ese territorio marítimo, valga el oxímoron que es el Mediterráneo".
"La antigüedad, tanto o más vertiginosa cuanto más alejada puede aportarnos belleza poética o estimular nuestra ensoñación, pero es ya más discutible que nos produzca orgullo y menos aún esa tentación supremacista como la de aquellos pueblos que, de puro antiguo, parecen reclamar la exclusividad del eslabón perdido con el mono, cosa que a veces se les nota", ha criticado.
Así, ha argumentado que "la antigüedad y la cultura ancestral, en todo caso, lo que nos sitúa es ante la muy comprometida obligación de conservarla, valorarla y extraer de ella una fuente de inspiraciones y estímulos. Pero a lo que verdaderamente alude es a un insoslayable compromiso con el presente".
Por estos motivos ha considerado que todos los aspectos de la historia de Andalucía hablan de política, de "puras, comprometidas y descarnadas obligaciones políticas del presente, para recuperar, en beneficio de sus habitantes, la importancia estratégica que Andalucía una vez tuvo, que luego perdió y ahora encara con las condiciones más favorables que pudiéramos imaginar".
En este punto se ha referido a la importancia de la Bética romana de Adriano y Trajano, la Córdoba omeya y la Sevilla y Cádiz como "puertas de América", pero también a los siglos de atrasos que siguieron.
"Ya sabemos que la pérdida de las colonias de ultramar y la formación de una burguesía terrateniente y rentista fue la principal beneficiaria de las desamortizaciones de bienes religiosos la cual, con una explotación casi feudal del campo y sus jornaleros, excluyó definitivamente a Andalucía de los modernos circuitos económicos mercantilistas", ha lamentado
El académico ha indicado que "desde entonces, y hasta la aprobación del Estatuto de Autonomía de 1981 en el que la inserción plena en una Europa democrática nos insufló un optimismo inédito, habíamos estado instalados en la añoranza de lo que Andalucía pudo ser y no fue".
"Pero Andalucía está hoy en el centro de un mundo que ha cambiado por completo y somos nosotros mismos los que hemos de sacar el máximo provecho de ese cambio", en una dimensión individual y temporal, ha subrayado.
Por estos motivos, la celebración de este 28 de febrero "está para hacer una conminatoria apelación al presente, y sin demora", ya que para Moreno Peralta "el presente es el único material que tenemos entre las manos, el único que podemos fabricar y moldear, el único sobre el que podemos incidir".
"Y el presente, con todas las dificultades que se acumulan en un mundo complejo, es el de una Andalucía a la que la globalización ha situado como uno de los lugares fuertes de la Nueva Economía, y ello a pesar de ese irredentismo tan nuestro que un pesimismo periférico nos impide valorarlo", ha destacado.
Así, ha indicado que la fortaleza de Andalucía "está en el hecho de que las funciones básicas en la que se despliega la vida de la mayoría de ciudadanos del mundo occidental y tecnificado, es decir, la residencia, el ocio y el trabajo, pueden darse aquí en condiciones de simultaneidad y de lo que hemos dado en llamar calidad de vida".
Para el académico, estas fortalezas pasan por la articulación territorial, el volcar recursos en la implementación de la actual estructura científica, investigadora y universitaria, "sostenida por más voluntarismo que presupuesto a pesar de tenerlo todo para retener aquí la inteligencia en vez de ofrecer una puerta de salida a nuestros jóvenes".
También son fortalezas "extender las tecnologías de las 'smart
cities' a los municipios como medida contra la despoblación, es "ser el nexo de unión entre América, África y Europa desde la privilegiada órbita del euro, por muchas tribulaciones a las que la Unión esté hoy sometida".
"Es no cargar el peso de las crisis en recortar una sanidad pública modélica que era motivo de orgullo en el mundo entero", ha añadido, al tiempo que ha señalado que también es fortaleza "el maravilloso carácter acogedor, abierto y solidario de nuestra gente; pero fortaleza, y de una manera muy especial, es ponerse la meta de hacer la mayor inversión pública de la historia en Educación".
El académico ha asegurado que todo esto "no es un sueño construido en el aire, ni un castillo de naipes, sino la descripción de una realidad andaluza, tan potente como manifiestamente mejorable, porque de lo contrario no seríamos la región con más paro dentro de la Unión Europea y la de menor renta per cápita del país".
"Esta es una contradicción lo suficientemente flagrante como para conminarnos a acometer un inaplazable proyecto colectivo para el presente", ha puntualizado, para terminar recordando palabras de Blas Infante y del historiador Antonio Domínguez Moreno.
DE LA TORRE RECUERDA A BLAS INFANTE
"Siempre es oportuno, pero más en el día de Andalucía, reflexionar sobre cómo podemos hacer nosotros para que Andalucía avance más, para que su riqueza, su potencialidad, luzca con más fuerza, para que recuperemos la distancia que nos separa de otras zonas españolas", ha indicado por su parte el alcalde.
También ha recordado a Blas Infante como "hombre creador, forjador de un espíritu andalucista en un momento muy difícil, finales del XIX, momento de la crisis del 98, que sufrió España, la familia de Infante también".
De la Torre ha indicado que "él vivió todos esos momentos y sin embargo supo mantener y crear un grupo a favor de reflexionar sobre Andalucía, con sus luces y sus sombras, pero sobre todo yo quiero resaltar que fue un héroe, porque su vida la perdió, fue fusilado sin juicio si quiera el 11 de agosto del 36 en esos momentos iniciales de la Guerra Civil".
"Perdió la vida un hombre que había amado esta tierra y que quería lo mejor para esta tierra, yo creo que ligar como hacemos en Málaga el 28 de febrero a Infante tiene su sentido y su lógica", ha reivindicado, al tiempo que ha hecho un llamamiento para mejorar la educación porque de lo contrario "estamos sentando las bases para que las diferencias que tenemos no se resuelvan".