“Nosotros siempre vamos a creer en un acuerdo”, dijo a Efe el asesor del secretario general de la OEA para Honduras, John Biehl, quien acompañó la negociación entre las comisiones de diálogo de Zelaya y Micheletti, que se reanudó el pasado 7 de octubre.
Biehl abogó porque “la normalidad vuelva a Honduras”, país que sigue con dos presidentes, el derrocado, Zelaya, que permanece en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, y el de facto, Micheletti, en el poder desde el pasado 28 de junio.
Ambas comisiones se acusaron mutuamente del fracaso del diálogo, a pesar de que hasta el pasado miércoles insistían en que habían avanzado en un 95% de las negociaciones, y se encallaron en un único punto: la vuelta de Zelaya a la presidencia.
El gobernante depuesto dio este viernes por la madrugada por fracasado el diálogo, que tuvo como marco el Acuerdo de San José, presentado el 22 de julio por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, mediador de la crisis.
Zelaya también anunció que iba a denunciar ante la OEA y las Naciones Unidas que Micheletti hizo fracasar el diálogo.
La comisión de Micheletti insistió ayer en una propuesta que consiste en que el presidente de facto deja el poder si Zelaya desiste de volver a la presidencia.
Biehl dijo, en una rueda de prensa, que los hondureños apoyan “mayoritariamente” una tercera opción en la presidencia, según “encuestas serias" que hizo recientemente la OEA.
Esas encuestas “demuestran un abrumador apoyo de los hondureños a una solución negociada” y que quieren “alejarse de toda solución que tenga que ver con la violencia”, agregó.
Al insistir en que la Organización de Estados Americanos (OEA) sigue creyendo en el diálogo, Biehl señaló que no ve “razón alguna para que este esfuerzo no continúe”.
El diplomático comentó que se toma “esta suspensión del diálogo como un descanso”, que para los hondureños debe servir para “reflexión”, e insistió en que “no hay otro camino de solución”.
“La salida al problema no es realmente buscar otra persona para que asuma el cargo, la salida al problema es respetar lo que el pueblo dice en las urnas, la soberanía popular”, dijo Zelaya a Radio Globo.
“Yo soy una salida a la crisis, no soy un problema”, enfatizó Zelaya, quien además señaló que quiere “que el mundo sepa cuál es el conflicto que tiene Honduras”.
Vilma Morales, miembro de la comisión del Ejecutivo interino, dijo que “los intereses del señor Micheletti y Zelaya Rosales deben ser secundarios al interés de nuestra nación” y que “la meta de este diálogo no es beneficiar a un individuo sobre otro”.