En la 'calle del infierno' del Real se ha impuesto el silencio, y entre los empresarios de las atracciones la "desolación" por la suspensión de la Feria de Sevilla, el pistoletazo de salida de una temporada de trabajo "perdida" y de una crisis económica a la que ven el principio, pero no el final.
Sevilla desmonta la feria y renuncia a organizar nada parecido en septiembre. El Ayuntamiento ordena devolver las tasas de ocupación a los feriantes por los efectos del coronavirus y la declaración del estado de alarma.
Cuando las noticias llegaron a la sede de la Asociación de Empresarios Feriantes de Andalucía, Ceuta y Melilla (AEFA) la sorpresa de sus representantes fue ninguna, confirmaron los "peores y esperados" temores: "Es un tragedia económica para miles de empresarios y trabajadores del sector" en la comunidad, aseguran.
La "calle del infierno", ruidoso recinto donde cada año se agolpan las atracciones que hacen el deleite de niños y mayores, está "muda", es como el Real, una ciudad efímera apagada este año por la pandemia.
Para los empresarios de las atracciones, la Feria de Sevilla es el "pistoletazo salida, una de las joyas" y el inicio de una temporada que llega hasta al mes de octubre, pero la suspensión es "trágica y ha machacado al sector", ha declarado a Efe Javier García, portavoz y directivo de AEFA.
En total, unos 280 empresarios de las atracciones tenían previsto instalarse en el recinto ferial con una media de cuatro a cinco empleados cada una, casi dos mil puestos de trabajo, la mayoría con contratos de seis meses que han ido al desempleo.
Hijo y nieto de feriantes, Javier García regenta una atracción de coches de choque para menores y rememora las dificultades que pasó su abuelo cuando le cogió el Golpe de Estado de julio de 1936 en la feria de San Fernando (Cádiz), donde tuvo que quedarse durante casi toda la Guerra Civil.
"La crisis económica de 2008 fue dura, pero pudimos salir adelante con la mitad de la clientela. Ahora los ingresos serán cero y solo hay pérdidas. No tenemos donde acudir, tampoco tenemos ayuda de ningún tipo, estamos desamparados", se lamenta.
Es difícil calcular las pérdidas - prosigue el portavoz-, que sostiene que serán muchas para un colectivo que aglutina en Andalucía a unos 3.500 empresarios de las atracciones, la mayoría autónomos o pequeñas y mediadas empresas.
De Sevilla, la gran mayoría de ellos acude a las ferias de Jerez, Dos Hermanas, Córdoba, Granada, Sanlúcar de Barrameda, Algeciras, Málaga, Huelva y Almería, para cerrar la temporada en San Lucas (Jaén), a mediados de octubre.
"La perspectiva es ninguna. Casi todas las ferias se han suspendido. Algunos iban a otras fiestas como los Sanfermines pero tampoco habrá", se queja.
AEFA da el año por perdido, un "panorama desolador" ante el que se ha unido a otras 40 asociaciones del resto del país para lanzar una llamada de socorro de un sector con más de 30.000 profesionales, generando empleo directo a 200.000 trabajadores en el conjunto del país.
En un decálogo de peticiones a la Junta y el Gobierno, el colectivo reclama paralizar la cuota de autónomos con actividad interrumpida, la exención del pago de impuestos vinculados a la inactividad y subsidios para los industriales feriantes que quedan sin ningún ingreso durante el tiempo que dure la pandemia.
También demandan que se les exija a las mutuas y compañías de seguros de vehículos e inmuebles que congelen las pólizas, así como la moratoria en el pago de las hipotecas a los bancos.
Sevilla
Silencio en la 'calle del infierno'
En el Real se ha impuesto el silencio, y entre los empresarios de las atracciones la "desolación" por la suspensión de la Feria de Sevilla
La Feria de Sevilla era el pistoletazo de salida de una temporada de trabajo "perdida" y de una crisis económica a la que no se ve el final
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