Los arrestos fueron dados a conocer en declaraciones a la televisión iraquí por el portavoz del Comando de Operaciones de Bagdad, general Qasim Atta Moussawi, quien dijo que los oficiales detenidos tienen diferente rango.
En los atentados del domingo, frente a la sede de la Gobernación de Bagdad y ante el Ministerio de Justicia, perecieron 155 personas y unas 500 más resultaron heridas.
“Los oficiales y los agentes serán sometidos a la investigación de un comité creado para identificar y castigar a los culpables”, agregó el general Atta.
La doble explosión del domingo fue la más grave registrada en Irak en los últimos dos años.
Las bombas estaban dentro de dos camiones conducidos por terroristas suicidas, que lograron superar los controles habituales que hay para acceder a la capital iraquí.
Las bombas estallaron cerca de la llamada zona verde, el área más segura del país, que cuenta con especiales medidas de seguridad y en la que se encuentran sedes de embajadas y de otros ministerios.
Del atentado se ha declarado autor el Estado Islámico de Irak, un conglomerado de grupos terroristas vinculado a Al Qaeda y creado en octubre del 2006.
Por otra parte, fuentes del Ministerio de Interior dijeron que un civil murió ayer y otros dos resultaron heridos al estallar un coche-bomba conducido por un suicida al paso de una patrulla de soldados de EEUU en la ciudad de Baquba, al noreste de Bagdad.
No se informó de las lesiones que pudieron sufrir los efectivos estadounidenses, y las fuentes oficiales iraquíes sólo indicaron que sus vehículos resultaron dañados por la bomba.