Así lo explicó a Efe José Ángel Angulo, director gerente de la Asociación Nacional de Armadores de Buques Atuneros Congeladores (ANABAC), a la que pertenece la empresa Atunsa, propietaria del barco que han tratado de asaltar los piratas.
El Artza es un atunero con base en el puerto vizcaíno de Bermeo y que navega bajo pabellón de las Islas Seychelles, lo que le permite –merced a un acuerdo con el Gobierno isleño– enrolar a vigilantes privados armados para protegerse de estos ataques.
El pesquero, con una treintena de tripulantes, se encontraba sobre las 8.15 horas de la mañana en aguas internacionales, a unas 250 millas de las costas de Somalia, cuando se registró el intento de ataque por parte de “tres esquifes” piratas, que fue respondido con disparos por los vigilantes privados del atunero.
Tras repeler este ataque, según la misma fuente, unas dos horas después se produjo en la misma zona otro intento de asalto, en este caso al pesquero francés Abelvor, que también pudo ser repelido por la seguridad que lleva a bordo y con el apoyo de otros atuneros que estaban cerca y acudieron en su ayuda.
“Esto va a más”, afirmó el director gerente de Anabac, que puso de relieve que, en su opinión, es preciso llevar a cabo un “control efectivo de las bases piratas” para luchar contra este problema.
Subrayó que el operativo de la Unión Europea en el Índico, Atalanta, puede ser efectivo para la protección de barotección de barcos mercantes, pero no en el caso de pesqueros, que necesitan otras medidas de protección contra la piratería.
El intento de asalto del Artza es el segundo contra embarcaciones españolas en el Índico en las últimas horas, tras el sufrido el pasado jueves por el pesquero Iria Flavia. Se registró cuando se va a cumplir un mes de secuestro del atunero vasco Alakrana, capturado en el Índico por piratas somalíes el pasado 2 de octubre, con 36 tripulantes.
SEGURIDAD PRIVADA
El Boletín Oficial del Estado publica ayer el Real Decreto, aprobado el viernes por el Gobierno, que permite que la seguridad a bordo de los buques españoles en situaciones de especial riesgo para personas y bienes pueda ser prestada por empresas privadas de seguridad, con el armamento adecuado.
El decreto incluye un nuevo apartado que establece que los vigilantes de seguridad privada podrán portar y usar armas de guerra para garantizar la protección de las personas y bienes, previniendo y repeliendo ataques, con las características, en las condiciones y con los requisitos que se determinen por los ministerios de Defensa e Interior.