La algecireña Andrea Benítez encara el final de la desescalada como si de un viaje hacia atrás en el tiempo se tratase. El aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio, para los que dispone de una plaza virtual, le hace retroceder a la situación que tenía hace justo un año. Aunque sus muchas aficiones le han permitido que el confinamiento haya sido una etapa incluso agradable, ya empieza a ponerse en marcha con la mente puesta en defender su plaza olímpica en la modalidad de street (calle) de skateboarding (monopatín), especialidad que debuta en el programa olímpico en la capital japonesa y que puede hacer que esta algecireña de 25 años, pionera ya por ser la primera mujer profesional de su deporte en España, sea también su primera representante olímpica.
Para alguien activo no debe ser fácil estar encerrado en casa tanto tiempo ¿Qué tal ha llevado el confinamiento?
–No creas. Hasta lo he disfrutado, la verdad. Hay muchas cosas que me gusta hacer en casa, como tocar la guitarra, pintar… He estado haciendo cosas todo el tiempo.
¿Ha podido entrenar ya en alguna de las instalaciones de alto rendimiento?
–Todavía no. Han abierto algunos centros, pero el de Madrid es más complicado porque es muy grande, pero espero poder ir pronto. De todas formas he estado en contacto con mis entrenadores todo el tiempo y trabajando desde casa. No he parado, haciendo ejercicio en casa. De hecho, cuando he vuelto a patinar he notado ese trabajo físico. Estoy contenta.
Y los skate parks, ¿Tampoco están abiertos?
–En Madrid hay un par de ellos abiertos y con eso voy tirando. No es suficiente para todos los trucos que tengo que hacer y practicar de cara a los campeonatos, pero al menos estoy patinando y puedo entrenar un poco.
¿Ha estado en contacto con patinadoras españolas y de otros países para saber si han avanzado más en su preparación en este tiempo?
–En España no somos muchas. En el resto del mundo hay un poco de todo, hay gente que está igual o peor que aquí, pero también hay sitios donde están mejor y han podido entrenar. Ahí perdemos un poco. Pero no pienso en eso.
¿Temió perder los logros de estos últimos años?
–El aplazamiento de los Juegos me ha dejado un poquito más tranquila. Era lo que me tenía más nerviosa al principio, porque veía que llegaba julio, que es cuando estaba previsto que empezasen, y no podía estar los meses antes sin patinar. Estaba muy insegura con eso.
Ahora el camino a Tokio 2021 tiene menos pruebas por medio.
–Sí. Lo primero que quiero es poder seguir entrenando como antes. Se van a hacer pocos campeonatos. Iban a ser siete antes de los JJOO, tres de ellos en China, pero ahora se ha quedado en cuatro para la temporada.
Dada su posición en el ranking olímpico, defendiendo plaza, le favorece esa reducción.
–Sí, a mí me viene mejor. Además, en el skate, que haya muchos campeonatos es una paliza porque es muy duro. Lo más probable cada vez que patinas en un campeonato es que te hagas daño. Es muy común. Y al siguiente llegas ya con dolor, en el talón o donde sea. Es lo normal. Por eso cuando hay muchos campeonatos seguidos es una paliza, así que se agradece que sean menos campeonatos.
¿Cómo está la situación en cuanto a becas, patrocinios, apoyos, etc. después de todo esto?
–Sigue todo en pie. La verdad es que estoy muy contenta. Telefónica y el Comité Olímpico siguen apoyando con las Becas Podium. Además, mis patrocinadores, Adidas y Bones Bearings, también me siguen apoyando.
Ser la única mujer profesional del skateboarding, ¿Supone una presión añadida o una motivación?
–Yo intento concentrarme sólo en lo mío. Pero sé que en eso soy un referente y que mucha gente se va inspirar en lo que pueda hacer. Lo que quiero es que haya igualdad en el skate femenino en España y que todas las chicas que están saliendo y que están trabajando igual que yo, se puedan dedicar al skate. Es complicado, pero poco a poco va habiendo más oportunidades.
El hecho de que el skate entre en el programa olímpico es la prueba del auge de este deporte y de otras modalidades novedosas. ¿Se aprecia ese auge desde su perspectiva?
–Sí se nota. Muchísimo. Y sobre todo el femenino está creciendo mucho. Es una locura, en cada competición a la que voy cada vez hay más chicas compitiendo. En categoría masculina siempre ha habido muchos competidores, pero la femenina está creciendo.
¿Qué referentes puede tener un skater español para prepararse y mejorar en su deporte?
–Bueno, yo soy autodidacta. Vamos, cada skater aprende a patinar solo, aunque al principio siempre te inspiras en amigos y en gente cercana, que te da confianza. En cuanto a la preparación física, hay gente que ni siquiera la hace, solo patinan. Yo soy partidaria de hacerla. Llevo varios años haciéndolo y estoy contenta. Además, con los problemas de espalda que tenía, es algo totalmente necesario para mantenerme bien.
¿Sabe cuándo podrá pasa por Algeciras?
–No sé cuándo podré. Tengo muchas ganas de ir a la playa, pero sobre todo lo que quiero es volver a mi vida normal y poder volver a entrenar y a patinar. Me noto fuerte y bien. También estoy a la espera de beca de concentración y si todo sale bien me la darán después de verano.