La decisión, que deberá ser aprobada por el Consejo de Ministros, se ha tomado considerando que la disponibilidad de agua en la cabecera del Tajo lo permite, ya que actualmente los embalses de Entrepeñas y Buendía disponen de 374 hectómetros cúbicos y la Ley de Explotación permite trasvasar a partir de 240 hectómetros cúbicos.
El desembalse para las Tablas de Daimiel deberá estar condicionado a conseguir que el aporte hídrico al Parque “sea lo más efectivo posible”, por lo que se realizará “en el momento que mejor pueda garantizarse la efectividad de llegada del agua”.