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Sábado 16/11/2024
 

Cádiz

Tres años de prisión para un sacerdote por agresión sexual a una mujer

Un sacerdote, capellán de las Fuerzas Armadas en la provincia de Cádiz cuando ocurrieron los hechos en 2013, ha aceptado la pena de tres años de prisión

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  • Sentencia. -

Un sacerdote, capellán de las Fuerzas Armadas en la provincia de Cádiz cuando ocurrieron los hechos en 2013, ha aceptado la pena de tres años de prisión antes de celebrarse en la Audiencia Provincial de Cádiz el juicio contra él por un delito de abuso y agresión sexual contra la mujer de un amigo. La conformidad la han alcanzado Fiscalía, acusación particular y defensa del acusado, según han indicado a Europa Press fuentes del TSJA.

Además, en la conformidad el acusado ha aceptado el pago de una multa de 24 meses a razón de seis euros diarios, además de cinco años de libertad vigilada y cinco años de prohibición de aproximarse a la víctima. Asimismo, se le han aplicado las atenuantes de dilaciones indebidas y reparación del daño, pues ya había indemnizado previamente a la víctima con 12.000 euros.

Los hechos se remontan a 2013, cuando el acusado entabló amistad con un hombre, que le presentó a su mujer e hija. La relación fue creciendo, de manera que el religioso acudía "casi a diario" a la casa de estos amigos. Así, sobre el mes de abril de 2015, el entonces capellán comenzó "a piropear" a la mujer de su amigo y "a intentar buscar excusas para quedarse a solas con ella".

"Empezó a sobrepasarse en los abrazos que le daba como muestra de cariño", un gesto que terminaba "con una palmada en el trasero". Esta actitud molestaba e incomodaba a la mujer, "que no supo cómo reaccionar". La mujer le decía que no quería nada con él más allá de una amistad, a lo que el capellán respondía: "Dios nos ha hecho para ser felices, no para ser perfectos. Dios lo perdona todo".

En el mes de julio de 2015, el cura fue destinado a otra ciudad, hecho que aumentó la presión ejercida sobre la denunciante, a la que llamaba prácticamente a diario y se enfadaba cuando no le cogía el teléfono. El 30 de agosto de 2015, la pareja quedó con el sacerdote para ir a misa y después comer juntos en su domicilio.

Fue entonces cuando le pidió a la mujer que lo acompañase a su habitación para entregarle un libro. Entonces el acusado aprovechó para agarrar por la cintura a la supuesta víctima y besarla. "Ella cayó al suelo de espaldas sin mayores consecuencias, le recriminó sus actos y se marchó de la habitación".

Posteriormente, a principios de octubre, el acusado se desplazó hasta el domicilio de la pareja para cenar y se quedó allí a dormir. Así, a la mañana siguiente, aprovechando que su amigo se había ido a trabajar y que la hija menor se había quedado a dormir en casa de una amiga, entró en la habitación de matrimonio donde aún dormía la mujer. Tras oponer resistencia, finalmente la tiró sobre la cama y la agredió sexualmente.

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