La ciudad podrá recuperar su mejor cara desde ya gracias a la incorporación de 95 trabajadores que desarrollarán distintas tareas durante los próximos tres meses. Al menos, por ahí pasan las previsiones del Ayuntamiento, cuyo alcalde admite que la ciudad se encuentra inmersa en un estado de abandono, ya que durante los meses de confinamiento no se han ejecutado tareas de mantenimiento y limpieza en parques, jardines y en las calles de Arcos.
La incorporación de estos trabajadores será gradual, siendo los primeros los encargados de poner al día los parques y jardines y edificios públicos. En concreto, se trata de 25 operarios de limpieza viaria, 25 de mantenimiento de parques y jardines, 12 oficiales de jardinería, 6 de contrucción más 5 peones también de construcción, 2 electricistas, 7 pintores oficiales, 1 cerrajero, 2 fontaneros, 3 operarios de carpintería y 7 limpiadoras de edificios públicos, hasta sumar los 95 contratos fruto de la puesta en marcha del Plan de Empleo extraordinario de Diputación para paliar la crisis provocada por el Covid-19.
En el caso de los operarios, la selección se lleva a cabo a través de la bolsa social, teniendo más oportunidad de contrato los primeros 50 inscritos. En el caso de los oficiales, la selección es responsabilidad del Servicio Andaluz de Empleo (SAE).
El alcalde de la ciudad, Isidoro Gambín, justifica el déficit de limpieza pública y la falta de conservación de parques y jardines con las tareas que han mantenido ocupados a numerosos trabajadores del Ayuntamiento durante los meses de confinamiento, ya que se han dedicado a tareas más urgentes como el abastecimiento de alimentos a la población, el reparto de mascarillas y medicamentos a las personas mayores o al reparto de libros y material a los escolares que permanecían en sus casas. Así lo explica una vez más Isidoro Gambín, que aprovecha en este sentido para responder al aluvión de críticas que viene recibiendo de la oposición y de los propios vecinos de Arcos.
El alcalde, además de pedir perdón públicamente por esta situación, incide en que las mencionadas han sido tareas más necesarias, si cabe, para responder socialmente a una situación de pandemia excepcional que ha alterado, como en todos sitios, los servicios públicos y, por ende, dañado a la propia imagen de la ciudad.