El balance de seguridad de este fin de semana arroja un total de 300 denuncias por hacer botellón en la calle y no llevar mascarilla. También se han precintado locales que seguían funcionando fuera del horario establecido e incluso impidieron la entrada a la Policía al ser sorprendidos in fraganti. El delegado de seguridad del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera, ha defendido esta mañana el trabajo policial e incluso ha señalado que gracias a la "presión municipal", las botellonas están "bajando".
Los cerca de 90 agentes que este fin de semana han conformado el dispositivo de control exclusivo de concentraciones en la calle para beber han actuado en zonas como Radio Sevilla, el Lope de Vega, Alameda y el campo de la Feria (Los Remedios), así como en las nuevas zonas de botellona, Palmas Altas y Bermejales.
Cabrera ha destacado que el Ayuntamiento está siendo "muy beligerante" con las botellonas y con los in cumplidores de las normas de seguridad obligadas para doblar la curva de contagios. "Como sociedad no podemos retratarnos así", se ha lamentado, haciendo de nuevo un llamamiento a los jovenes, a los que ha recordado las altas cifras de desempleo que está provocando esta pandemia. "Esta crisis sanitaria les atañe", ha abundado.
"Las multas se ponen y se cobran", ha recordado Cabrera, que ha calificado de "lamentable" la actitud de los propietarios de los locales precintados. "No se puede consentir", ha espetado, mostrándose partidario de un endurecimiento de las sanciones para los que sean "reincidentes".