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Curioso Empedernido

Favoritismos y equidades

Nos alberga la duda si con algunas actuaciones no estaremos favoreciendo una generación fría, que no es capaz de emplear diferentes formas de expresión

Entre agravios y desagravios, hemos de saber dar el primer paso para demostrar con datos que lo que decimos se corresponde a la realidad, y no es una burda mentira inventada por nosotros para hacernos famosos, para fabricarnos lo virtual y que nos parezca real.

Norias  y toboganes, inteligencias y torpezas, chantajes y tolerancias, favoritismos y equidades, ventajas y secuelas, pruebas y resultados, procedencias y consecuencias, lo pasado y lo que está por llegar, lo igual y lo diferente.

Por mucho que haya ocurrido, siempre tenemos aquellos que no tienen nada que declarar, que son capaces de vivir sin miedo, como si estuvieran anestesiados, entre palabras malditas y declaraciones enigmáticas que no solucionan nada por mucha publicidad y propaganda que le echemos.

Nos asombra cuando preguntamos donde está el límite entre lo prohibido y lo autorizado, como a veces, por mucho que nos empeñemos no somos capaces de encontrar el nombre exacto de las cosas y nos perdemos entre palabras vacías.

Le echamos valor, y caemos en lo temerario y nos dejamos cambiar piezas para ver si funcionamos mejor, y superamos el postureo, las distancias imposibles, el desgaste de las resistencias, las percepciones imperceptibles, las pruebas y los errores.

Quienes dicen aquello que no nos gusta deben dimitir y los que afirman lo que nos agrada deben ser ascendidos, mientras que a los amigos hay que cuidarlos y a los enemigos castigarlos. Saltarnos la Ley, además de un disparate es un delito.

Entre lo obligatorio y lo voluntario, lo normal y lo sublime, los experimentos y las ordenes, los ocultamientos y las claridades, las cifras desde el pasado hasta el futuro, las brechas digitales que dejan en una situación de desigualdad a determinados colectivos , como si vivieran en otro mundo , entre pesadillas y sueños.  

En su manera de actuar hay quienes no sueltan el lastre de su egoísmo que ejercen a todas horas del día, cuanto más lo alejemos de la ecuación de nuestra cotidianidad, más cerca estaremos de acertar y encontrarnos bien.

El mundo no gira siempre alrededor de nosotros, y no debemos enfundarnos en la mala cara si alguien nos lleva la contraria, puede que no lleves razón y debes reconocerlo con amabilidad y humildad. Si vamos de frente, los demás te perdonarán los errores con más facilidad.

Muchas veces no nos esperamos el rumbo de las cosas, y nos sorprende que de la noche a la mañana la vida nos cambia, y una mañana despertamos en una realidad completamente nueva , y nos planteamos lo que hemos aprendido hasta ese momento de nuestras vidas y lo mucho que nos queda por aprender.

Nos alberga la duda si con algunas actuaciones no estaremos favoreciendo una generación fría, que no es capaz de emplear diferentes formas de expresión, lo que le da un cierto tinte impersonal y con una exagerada contención de emociones. La pregunta que cabe hacerse ¿Cómo seremos dentro de tres o cuatro generaciones?

En los momentos que vivimos abundan los expertos de la discordia, la confusión y la descalificación, son especialistas en devorar todo lo que se encuentran en el camino y practican el favoritismo e ignoran la equidad, con este panorama es muy difícil dialogar y llegar a resolver los problemas.
                   

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