Las actividades primarias tradicionales, vinculadas al aprovechamiento de los recursos naturales –salinas y acuicultura tradicional extensiva de esteros- se consideran elementos esenciales para garantizar la conservación de dichos recursos, siendo en muchos casos, el factor que ha modelado el paisaje y potenciado los valores naturales.
En este sentido, desde Ecologistas en Acción "se apuesta por consolidar modelos sostenibles de aprovechamiento que consideren la multifuncionalidad de los servicios que los ecosistemas del espacio prestan al bienestar humano y que compaginen la puesta en valor de las prácticas culturales tradicionales con la incorporación de nuevos sistemas favorables a la conservación de los recursos naturales en el actual contexto de cambio global".
La acuicultura es el sector de producción alimentaria que está creciendo más aceleradamente en el último decenio. Existen varios tipos de acuicultura dependiendo de las especies que se cultivan (peces, algas, almejas, ostras, camarones y un largo etc.); o de las infraestructuras donde se cultiva y del tipo de alimentación (extensiva, semi-intensiva e intensiva). En el parque natural de la Bahía de Cádiz, tan solo el 10 por ciento de la superficie de las salinas existentes están destinadas a acuicultura. Para los ecologistas "es primordial el aprovechamiento de los recursos que nos aporta este sistema natural, al darse las condiciones ecológicas para la actividad productiva". Poniendo en relieve el hecho de que el aprovechamiento de estas zonas debe darse potenciando la producción y comercialización de especies autóctonas, con un alto consumo en el mercado. Hay que destacar que España es un gran consumidor de pescado y marisco, y que más de la mitad del consumo nacional proviene de importaciones, teniendo, por tanto, un sistema muy dependiente.
También la acuicultura intensiva y semi-intensiva depende de los piensos importados, lo que aumenta el valor ecológico y económico de la acuicultura de estero extensivo, ya que se basa en la producción natural. La producción autóctona de alimentos debe convertirse en una necesidad estratégica, como lo ha puesto en evidencia la reciente pandemia.
El fomento de la acuicultura sostenible exige crear y mantener "ambientes favorables", en particular los dirigidos a asegurar el desarrollo y fortalecimiento constante de las capacidades de los recursos humanos; es, por ello, que "demandamos a las administraciones el desarrollo de estrategias específicas que favorezcan la adaptación de los cultivos marinos a las características ambientales del espacio protegido y, en particular, el fomento de técnicas de producción acuícola que preserven la morfología y paisaje de las salinas y esteros tradicionales, así como su rica biodiversidad. De la misma manera, hemos propuesto en nuestras alegaciones al PORN que no se autoricen nuevas instalaciones de cultivos marinos en régimen intensivo y semi-intensivo, cuyas instalaciones –balsas profundas, redes protectoras, oxigenadores...- y aportes de pienso afectan a la calidad de las aguas y perjudican a las especies autóctonas, sobre todo, a la avifauna".
Para Ecologistas en Acción, "los beneficios de la acuicultura tradicional en el ámbito de la Bahía de Cádiz son extensos: crea una nueva economía empresarial local y, por ende, nuevos puestos de trabajo; permite comprobar la calidad y trazabilidad del pescado producido y de dónde proviene con exactitud; mantiene los sistemas naturales; reduce la presión sobre la pesca de determinadas especies y mejora la alimentación de la población".
Es, por ello, que "hemos solicitado a las administraciones un análisis de las causas del retroceso de la acuicultura extensiva tradicional de esteros en el Parque Natural Bahía de Cádiz, a la vez que demandamos medidas para conservar y potenciar la acuicultura tradicional de estero, que es una de las esencias de la provincia de Cádiz".