“Esto está siendo una locura. El pasado lunes triplicamos las ventas y hoy (por este jueves) vamos por el mismo camino porque ya llevamos entre 5.000 y 6.000 kilos”. Mientras hace estas declaraciones, una de las empleadas de Viveros Hermosín, en la carretera de Caulina, no da abasto atendiendo pedidos de leña, que está más cotizada que nunca por culpa de la ola de frío que azota al país y que está dejando temperaturas bajo cero también en Jerez.
En otros establecimientos han perdido la cuenta, pero aquí controlan perfectamente toda la que están sirviendo porque la tienen distribuida en cubos, con 50 kilos cada uno. “El lunes vendimos más de 140 cubos”, señala, o lo que es lo mismo, más de 7.000 kilos de leña en un sólo día. De hecho, asegura que si normalmente suelen tener provisiones hasta febrero, la actividad que han tenido en las últimas semanas y especialmente desde el 5 de enero en adelante les ha obligado a reponer porque el fin de semana se quedaron sin existencias.
“El día de Reyes ni siquiera pudimos cerrar, estuvimos trabajando de nueve a siete de la tarde ininterrumpidamente. Están viniendo perfectamente 300 personas, algunas vienen en dos veces, descargan y vuelven por más sacos, carrillos o cubos”.
En Viveros Olmedo, en la avenida de Arcos, también están hasta arriba y más en los últimos días “después de que no hubiera leña por la zona”, como así está ocurriendo. “Estamos vendiendo desde diciembre y están los coches entrando y saliendo todo el tiempo; esto es un no parar. Desde diciembre hay un chorreíllo de sacos, pero desde que empezó esta ola de frío se nota muchísimo”.
Como en todo, cada uno barre para su terreno. “Aquí tenemos leña de alcornoque, es natural y dura mucho más que cualquier otra a la que se le echa productos para que arda”, precisan.