Tras la admisión a trámite de la denuncia interpuesta por Vox contra el concejal de Gobernación y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, el socialista Juan Carlos Cabrera, por el incidente en el que el mismo se vio involucrado el día de Reyes en el restaurante 'Princi.Pico', cuyo encargado descartaba finalmente que el edil reclamase nada fuera de lo permitido o que dijese expresiones xenófobas, Vox ha informado de que ha reunido los 1.600 euros que le solicitaba el Juzgado de Instrucción número 13 para personarse en las diligencias como acusación popular.
El presidente de Vox Sevilla, Javier Cortés, ha manifestado en un comunicado que a través de las redes sociales, reclamó a la ciudadanía "contribuir mediante el formato de micro financiación para cubrir la fianza de 1.600 euros" solicitada por el juzgado a su partido, tras lo cual "en tres horas" fue reunida dicha cuantía. "Uno de los objetivos de Vox es acabar con los abusos de poder del socialismo andaluz", ha aseverado, señalando que el partido podrá personarse como acusación popular en las citadas diligencias.
"Con esta denuncia queda demostrado de nuevo que Vox cumple con su palabra", indica Cortés, acusando al Gobierno local del socialista Juan Espadas de "cortijo".
Todo gira en torno al incidente ocurrido el pasado 6 de enero en el restaurante 'Princi.Pico', al que Cabrera había acudido junto a su familia para almorzar. Al solicitar una mesa para diez comensales, se habría suscitado una discusión al negarse los responsables del establecimiento bajo la premisa de que las prevenciones frente a la pandemia estipulaban un máximo de seis personas por mesa, esgrimiendo Cabrera que para esa jornada festiva las disposiciones autonómicas sí permitían mesas con un máximo de diez personas.
Merced a dicha discusión, Cabrera afrontó acusaciones de Vox por supuestos insultos racistas y comentarios xenófobos, extremo que él negaba asegurando que sus familiares fueron objeto de insultos y que en el establecimiento les fue denegada la hoja de reclamaciones cuando la misma fue solicitada, motivo por el cual se solicitó la presencia de la Policía Local, que en efecto acudió.
EL "ERROR" DEL RESTAURANTE Y LA DENUNCIA DE VOX
Finalmente, se celebraba una reunión entre Cabrera y el responsable del restaurante, Roberto Murados, a instancia de este último. Al término del encuentro, el abogado del establecimiento, Joaquín Moeckel, explicaba a Europa Press que el responsable hostelero había admitido que en efecto, aquel día estaba permitido servir mesas de hasta diez personas y que medió un "error" por parte del restaurante a la hora de afrontar la situación, aludiendo a un "malentendido" derivado después en una "discusión" y en una "desagradable situación para todas las partes". Igualmente, exponía que Roberto Murados había indicado que Cabrera no profirió ningún comentario xenófobo o racista en aquella discusión.
Empero, Vox ha formalizado una denuncia contra el citado concejal socialista por presuntos delitos de coacciones, abuso de autoridad, prevaricación, de odio y de desorden público, atisbando un "claro abuso de autoridad" debido a la "muy numerosa dotación de efectivos" de agentes de la Policía Local personados en el lugar de los hechos, un despliegue "desmesurado y abusivo" frente a la situación suscitada.
A colación, durante el último pleno ordinario, fue rechazada una moción del PP en demanda de que Cabrera compareciese para aclarar si incurrió o no en un "abuso de poder" en el citado incidente a cuenta del despliegue de la Policía Local, adscrita a su área de gobierno, toda vez que Cabrera estaba ausente de la sesión plenaria al estar recluido en su hogar por su positivo en coronavirus Covid-19.
La petición del PP fue rechazada gracias al voto de calidad del alcalde, el socialista Juan Espadas, con un debate en el que mediaron avisos de que si la moción hubiese sido aprobada Cabrera habría tenido que comparecer al término de la sesión plenaria, de la que no participada al estar confinado en su hogar, mientras el PP insistía en un posible "abuso de poder", Vox recordaba su denuncia, el PSOE señalaba que los protagonistas de los hechos han dado ya por "zanjado" el incidente y Adelante avisaba de una "estrategia de la extrema derecha para la política espectáculo".