En la rueda de prensa tras reunirse con Singh en la Casa Blanca, Obama aseguró que ha llevado a cabo una revisión “extraordinariamente útil” de la política hacia Afganistán en una serie de reuniones con sus asesores de seguridad, la última de ellas la pasada noche.
El presidente estadounidense indicó: “Anunciaré en breve al pueblo estadounidense cómo vamos a avanzar” en la guerra en Afganistán y una vez que lo haya hecho los votantes “apoyarán” su determinación.
No obstante, no quiso precisar una fecha para su anuncio y se limitó a indicar que será “después del día de Acción de Gracias”, una de las fiestas más señaladas en el calendario estadounidense y que se celebra este jueves.
Tras ocho años de guerra en Afganistán, indicó: “Tengo la intención de acabar ese trabajo”.
La estrategia que anunciará, declaró, contendrá no sólo un componente militar, sino también diplomático y dejará claro que hacer frente a la violencia de redes terroristas como Al Qaeda es una tarea conjunta de la comunidad internacional, para lo que detallará cuáles deben ser las “obligaciones de nuestros socios internacionales”.
También dejará claro que la meta debe ser que los afganos se hagan cargo de su propia seguridad y abordará cómo adiestrar y equipar a esas fuerzas para que puedan desarrollar ese cometido.
Previamente, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, había indicado que el presidente “tiene toda la información que quiere y que necesita para tomar una decisión y anunciará esa decisión en el plazo de días”.
Según fuentes de la Casa Blanca, el presidente estadounidense efectuará el anuncio en un discurso a la nación, algo que podría ocurrir el martes o el miércoles de la semana próxima.
Se espera que Obama anuncie el envío de cerca de 34.000 soldados más para reforzar a los 68.000 militares estadounidenses ya presentes en Afganistán, según ha publicado la prensa estadounidense.
El anuncio incluiría también una descripción de la estrategia de salida de Afganistán.
El comandante de las tropas estadounidenses y de la OTAN en el país centroasiático, el general Stanley McChrystal, había solicitado refuerzos en torno a los 40.000 soldados.
Una vez que Obama efectúe su anuncio, el Congreso estadounidense celebrará una serie de audiencias para evaluar la estrategia.
El presidente estadounidense no sólo debe convencer a un público muy dividido sobre la conveniencia de enviar más soldados, sino también al Congreso, encargado de aprobar los fondos necesarios para la guerra.