La Subdelegación del Gobierno ha autorizado más de 1.300 concentraciones en la provincia desde el pasado 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma. Pero la decena de las solicitudes aprobadas con motivo del Día Internacional de la Mujer, para su celebración entre ayer y mañana, han estado rodeadas de polémica (el sábado, en Chiclana y en Sanlúcar; ayer, en Chiclana y dos en Cádiz; y hoy, tres en Cádiz, una en Chiclana, San Fernando y Algeciras).
Por un lado, la decisión del Ejecutivo en la Comunidad de Madrid, que ha prohibido las manifestaciones, y, por otro, el comunicado del Colegio de Médicos de Cádiz que pide no salir a la calle con la pancarta para evitar que estas acciones puedan derivar en un nuevo repunte de contagios, ha caldeado los ánimos. La concejala de Feminismos y Lgtbiq+ del Ayuntamiento de Cádiz, Lorena Garrón llamó la atención sobre “la doble vara de medir” que existe a la hora de hablar de las distintas convocatorias. Por su parte, la Coordinadora de Colectivos Feministas de la provincia ha expresado su apoyo a los actos organizados, siempre cumpliendo las medidas de seguridad, y el máximo respeto a la decisión de algunos colectivos de no movilizarse. Teresa Chamizo, portavoz de Marea Violeta de Jerez, explica que la entidad decidió suspender el acto en vía pública porque “no queremos que nos vuelvan a culpar” de una nueva ola. “Ya lo hicieron hace un año”, lamenta, cuando el 8M sumó 11.500 participantes en 14 marchas en víspera del estado de alarma.
La Coordinadora Local 8M de Cádiz capital, sin embargo, sí se manifestará, con autorización para hasta 1.000 activistas, que deberán usar mascarilla, guardar un metro y medio de distancia y no podrán fumar.
Cádiz Abolicionista, organización escindida de la coordinadora, coincide en los argumentos sobre la libertad de elección para manifestarse. Pero no se ha sumado al programa diseñado en redes sociales y se ha esforzado en marcar las diferencias existentes en un movimiento feminista que, tras el éxito histórico de movilización en 2019, se halla inmerso en un intenso debate sobre qué es lo que de verdad importa.
“El movimiento ha secuestrado la organización y la lucha”
Tras su irrupción el pasado año como corriente escindida del movimiento, Cádiz Abolicionista se desmarca nuevamente de la Coordinadora Provincial de Colectivos Feministas y, aunque fuentes de la entidad remarcan “que no hay una guerra abierta”, lanzan duras acusaciones sobre los intereses partidistas en el debate público que, denuncian, “está secuestrado”.
El comunicado remitido a los medios de comunicación para informar de que llevarán a cabo una programación alternativa es especialmente duro con el Ayuntamiento de la capital, cuyas políticas “nos matan porque están usando, abusando, precarizando, empobreciendo y debilitando nuestras condiciones de vida, tras no constar en la ciudad programas específicos para poder liberar a las mujeres de la opresión que suponen las violencias machistas”.
Concretamente, se refieren a la pornografía, la prostitución (hace unos meses denunciaron prostitución infantil en la capital), la explotación del trabajo reproductivo por medio de prácticas como los vientres de alquiler y, finalmente, la cuestión de género.
El perfil de Faceboook del colectivo explica su posición con respecto a esta última cuestión con un vídeo protagonizado por Massiel en ‘Sálvame’, criticado por tránsfobo en redes sociales, en el que la cantante aseguraba que “el sexo no importa. Ahora, sí importa a qué edad uno decide que se opera o no. No vale con decir: ‘Me llamo fulanito y soy mujer’. Por aquí”, concluía mientras hacía una peineta.
En otra entrada, en referencia a la concejala Lorena Garrón, lamentan que la edil haya convertido el Centro Municipal de la Mujer en “espacio mixto para mujeres y el colectivo Lgtibq+”. “En qué momento se decidió que ambas luchas fueran de la mano si ambas agendas son distintas, en la mayoría de los casos sus objetivos son distintos y una y otra chocan frontalmente con el movimiento feminista cuyo sujeto político son las mujeres y su batalla, liberar el sexo femenino de la opresión patriarcal”, se preguntan.
“A estas alturas, nuestras aliadas van a ser las socialistas”, exclama una de la integrantes de Cádiz Abolicionista al otro lado del teléfono, “lo que no han sido durante 40 años en Andalucía”, y lamenta el fracaso de la izquierda después de que IU expulsara al Partido Feminista de su coalición. Sobre Teresa Rodríguez, a la que sitúan en las antípodas de sus reivindicaciones junto a Unidas Podemos, asegurá que “esté acabada, por fortuna para las feministas”.
“Todas no estamos de acuerdo con todo, pero no hay guerra”
Teresa Chamizo admite que, “en el movimiento feminista, todas no estamos de acuerdo con todo”, pero niega que “estemos en guerra”, y apela al diálogo para abordar qué hacer con la prostitución y la Ley Trans, los dos temas que el Ministerio de Igualdad ha situado en el foco del debate público.
No obstante, Marea Violeta de Jerez comparte con las otras once entidades que forman parte de la Coordinadora Provincial de Colectivos Feministas, de acuerdo al manifiesto publicado para un 8M “diverso, inclusivo e interseccional” que “el género es una opresión que nos afecta a las mujeres, tanto cis como trans, para obligarnos a encajar en un modelo estático que nos impone roles y esterotipos; pero también a las personas trans, no binarias o disidentes de género por no encajar en los esquemas binarios de género; así como las personas con una orientación afectivo-sexual distinta a la heterosexual”. Ana Escalona, portavoz de la plataforma, también defiende la regularización de los derechos de las trabajadoras sexuales, combatiendo la trata de seres humanos.
“El Gobierno tiene la clara intención de sembrar en el movimiento feminista estos debates que no son nuevos”, explica. “Ya estaban en la agenda en los ochenta y ahora toca abordarlos y posicionarse”, agrega, marcando su posición frente a colectivos como Cádiz Abolicionista.
Sin embargo, la coordinadora quiere hacer hincapié en su campaña en otros asuntos, concretamente en “las dificultades específicas de las mujeres racializadas, de las mujeres obrera, de las mujeres empobrecidas, de las que son madres y de las que no, de las mujeres con diversidad funcional, de las mujeres sin acceso a educación, de las mujeres lesbianas y bisexuales y un largo etcétera”. “Consideramos que lograr sociedades feministas solo será posible luchando contra todas las discriminaciones”, añade el documento suscrito y publicado el pasado 23 de febrero. Asimismo, en redes sociales, la coordinadora llevará a cabo acciones con el hastag #somosimprescindiblesseguimosinvisibles para “homenajear a las mujeres que estuvieron y están en primera línea en los momentos más duros de la pandemia”, como sanitarias y docentes, camareras de piso o empleadas del hogar o madres que han tenido que compatibilizar el cuidado de la familia y el teletrabajo. También la atención a las personas, la limpieza, el voluntariado, el comercio, reparto y transporte o la investigación.