La pandemia ha matado a la Asociación de Vecinos ‘Unidos por La Merced’, después de más de dos décadas de trabajo por el emblemático barrio del casco antiguo.
Guadalupe Espinosa, presidenta de la junta directiva desde hace diez años, confirma a VIVA que decidió presentar su dimisión, por motivos personales, y no tuvo más relevo, después de un año económicamente “muy difícil”, sin ingresos por la suspensión de actividades. “Planteé mi dimisión. Hicimos una Asamblea General Extraordinaria y no hubo quien tomara el relevo. Eso unido a la falta de ingresos por la suspensión de actividades ante la pandemia del Covid-19, ha provocado la disolución de la Asociación. Las actividades eran nuestra principal fuente de ingresos y con la pandemia no se podían celebrar. Se suspendió todo, también los cursos de la Universidad Popular Municipal”, lamenta.
Colgaban el cartel de ‘completo’ en todos los talleres y las actividades que programaban, tales como baile de salón, pilates, manualidades y pintura al óleo; pero desde hace un año la situación era “insostenible”, pues no generaban ningún tipo de ingresos. “El coronavirus nos ha matado como Asociación. Cuando íbamos mal, organizábamos unas rifas y sacábamos para seguir adelante. Ahora no. Ha sido un año sin ingresos, pero pagando. Ya, hasta la persona que llevaba el bar, le estaba poniendo dinero de su bolsillo. En agosto, con la sede cerrada, los gastos ascendían a más de 300 euros en facturas de luz y agua”, explica.
Las puertas de la Asociación Vecinal están cerradas, pero la junta directiva ha querido donar el remanente de sus cuentas a colectivos sociales. Esta semana han repartido la liquidez entre los comedores de Santa Clara y San Roque, la Asociación ALES (niños con cáncer), la parroquia de La Merced, el grupo Nuevas Juventudes, la Asociación Nueva Acrópolis (organiza meriendas solidarias a niños del barrio) y una protectora de gatos que lleva años trabajando en el barrio.
“Hemos luchado mucho. Han sido años de mucho trabajo, pero toda la junta directiva lo ha afrontado con ganas. Somos un barrio unido y, como vecinos, seguiremos cuidándolo y defendiéndolo”, termina Guadalupe Espinosa.