Sus majestades los Reyes Magos llegaron este año hasta Sevilla en el globo aerostático que le prestó Globotur. Ahora esta empresa de publicidad y vuelos aerostáticos nos brinda otro regalo: bailar sevillanas en la segunda feria de la pandemia. Son “Sevillanas en el aire”. Saldrán diez globos por parejas de manera que se asemejen a que están bailando en el cielo. Además, lo hacen con un impulso solidario. Doce pasajes de este “Globo Solidario” se pueden adquirir en su web por un precio de 250 euros, que irán destinados íntegramente a Cruz Roja.“Hay gente como usted y como yo en la cola del Banco de Alimentos o de la Cruz Roja. Ante esa situación nosotros, como muchas otras empresas, no podemos quedarnos de brazos cruzados”, afirma Javier Benítez, CEO de Globotur.
La historia de Sevilla con los globos no termina aquí: por segundo año consecutivo la Copa del Rey de Aerostación se celebra en la ciudad, y Globotur, que organiza el evento, es bastante responsable de ello. Lo ven como un reconocimiento por el éxito del año pasado, a principios de marzo. La de éste es una carrera por los cielos que “está dedicada a Sevilla, como apoyo al sector turístico que tan mal lo está pasando”, afirma Javier Benítez. Además, esta edición cuenta con el aliciente de tener dos sedes más: Antequera y Arcos de la Frontera. Así, “queremos transmitir a toda Europa que Andalucía es un destino seguro”, concluye. La competición se celebrará entre finales de septiembre y comienzos de octubre de este año 2021.
Cuando vuela, Benítez dice que “está como flotando en una pompa de jabón” y entonces “siento paz”. Quizás hayan experimentado lo mismo las personas que se han acercado a esta experiencia, que ha aumentado tras el confinamiento. “La gente ya no viajaba a otros destinos y quería experiencias nuevas. No creo que a nadie en mi sector le fuera mal”, declara.
Benítez está de enhorabuena por partida doble: el reconocimiento de la Federación Globotur cumple este año su décimo aniversario. En este tiempo esta empresa de publicidad y viajes en globo ha tenido que trabajar para sortear los efectos de las crisis de esta última década. Sin embargo, confiesa Benítez, “todas estas dificultades no nos han quitado un ápice de ganas, seguimos adelante, somos optimistas por naturaleza”.
Benítez asegura que ahora mismo operan con normalidad y, aunque el horizonte no es seguro y las cosas se pueden torcer, “no me asusta el futuro, cuando llegue, nos adaptaremos”.
