El compromiso del Ayuntamiento de San Fernando con el bienestar animal y la convivencia entre la ciudadanía y sus animales domésticos es cada vez más firme, y así lo demuestran las actuaciones pioneras en la provincia e incluso en la región y que, año a año, reafirman y apuntalan esta apuesta por asegurar que estos compañeros de vida de las personas viven en las mejores condiciones en San Fernando.
No es cuestión de establecer un ranquin y ponerle números a cada uno de los municipios de referencia en el área geográfica, pero obras son amores y a las medidas que se han tomado se van a unir otras más en función de las necesidades.
La mejor prueba de esa actitud que es la produce luego los resultados es la labor que se lleva a cabo en contacto permanente con las cinco protectoras que trabajan activamente en la ciudad y que son Aprodea, UNO+, Huellas Urbanas, Bahía Felina y El Jardín de los Conejos.
Esta sensibilidad mostrada hacia el colectivo animalista y hacia el bienestar de las mascotas, con la creación incluso de una concejalía específica, propicia el crecimiento de este colectivo y el elevado número de animales domésticos que existe en la localidad.
Al frente de esa Concejalía específica está la concejala Mar Suárez que destaca acciones como la puesta en marcha del mercadillo de protectoras de animales, que en situaciones normales que ahora ha impedido la pandemia, se instala en la Alameda Moreno de Guerra el primer domingo de cada mes.
Es un mercadillo único en Andalucía que permite a las protectoras financiar parte de su trabajo en la protección y cuidado de los animales. Ya lleva dos meses instalándose de nuevo.
Esterilización
En San Fernando también se llevan a cabo campañas de esterilización de gatos callejeros, la última de las cuales se puso en marcha el pasado mes de noviembre.
El objetivo de la esterilización de los más de 600 felinos censados en las 33 colonias que existen en la ciudad es evitar el incremento del nacimiento de gatos callejeros para facilitar las tareas de control y que los ejemplares callejeros gocen de buena salud y manutención en las colonias.
Para ello, esas colonias son cuidadas por voluntarios que poseen un carné de alimentador que les entrega el Ayuntamiento.
Además de elaborar la campaña Una Isla con Gatos y Gatas para concienciar sobre la importancia de las colonias felinas, el Ayuntamiento se compromete con su cuidado entregando esos carnés para acreditar a unas 60 personas como autorizadas a alimentar a los animales callejeros de forma excepcional y utilizando únicamente alimentos secos colocados en recipientes adecuados.
Igualmente, se ha instalado cartelería en sitios “estratégicos” de la ciudad para avisar del cruce de gatos por la zona, así como otros en los que se indica y explica la protección de las colonias de gatos por parte del Ayuntamiento.
El Ayuntamiento también pone cada año en marcha acciones para concienciar a los isleños sobre la importancia de recoger los excrementos de las mascotas para contribuir a mantener limpia la ciudad y el paisaje urbano de la misma.
Para ello, este año repartió de forma gratuita a cada uno de los 14 veterinarios que ejercen en San Fernando una caja de unos 70 kits de pipican, cada uno de los cuales consta de 100 bolsas para la recogida de excrementos, una botella para la limpieza de orines en la vía pública y un boletín de información donde se dan consejos e instrucciones para el uso de dicha botella.
Playa y ducha canina
Un hito fundamental dentro de las políticas de bienestar animal es la creación de la playa canina de Camposoto, que se abrió por primera vez en 2016. Es una zona de 5.000 metros cuadrados acondicionada y especialmente habilitada para que las mascotas puedan disfrutar junto a sus dueños.
Fue la primera y actualmente es de las pocas playas legalizadas en Andalucía conforme a la estricta normativa en materia sanitaria y medioambiental. Además, este pasado verano mejoró sus prestaciones acercándose más al núcleo urbano y añadiendo el servicio de la ducha canina, que se ubica en el acceso 8, junto a la entrada del sendero al que se accede a la playa para perros. Eso sí, polémica como ninguna y pendiente de una mejor adecuación, sobre todo más cercana.
Otra apuesta pionera es la puesta en marcha este pasado año 2020 en la ciudad de las dos primeras áreas programadas de recreo canino en el Parque del Oeste y en el parque Villamaruja-La Noria. También existe otra en el parque del Barrero.
Son espacios acotados, con bancos, juegos para los animales, expendedores de bolsas para recoger los excrementos y papeleras de material no oxidable donde depositarlas, así como fuentes diseñadas para que los perros puedan beber sin dificultades.
Estos espacios dan respuesta a las necesidades de los vecinos y vecinas que demandan un lugar de recreo de calidad para sus mascotas, y que propician que haya una mayor integración de la vida de las mascotas con la ciudadanía, siguiendo el influjo de ciudades que ya ofrecen estos servicios y que son modélicas en este aspecto. En total, se prevé que la red de áreas de recreo animal cuente con seis espacios.
Sacrificio cero
San Fernando también tiene entre sus logros el sacrificio cero. El Ayuntamiento está integrado en el Centro de Protección Animal Bahía de Cádiz, instalaciones en las que se recogen animales perdidos o abandonados donde no se aplica la eutanasia por plazo.
Tampoco hay que olvidar las nuevas instalaciones para la Unidad Canina de la Jefatura de Policía Local. La antigua perrera no reunía las condiciones óptimas para albergar a los perros que prestan servicio en la Policía Local.
Con esta reforma de las instalaciones se ha buscado dignificar y atender en las mejores condiciones a la Unidad Canina, ya que la conciencia y la apuesta por el bienestar animal se traslada a todos los niveles, sobre todo a este potente y especial grupo de la Policía Local.
Por último, no hay que olvidar que el Ayuntamiento de San Fernando ya declaró a la ciudad en el año 2017 “libre de circos con animales”, en cumplimiento de un acuerdo plenario.
De esta forma, ante la petición de licencias de instalación de las empresas itinerantes, sobre todo en la temporada estival, el Servicio de Patrimonio e Inventario solo autoriza aquellas en las que hay garantías de las empresas de la no presencia de animales en sus espectáculos.
Esta instrucción afecta en su aplicación tanto a las solicitudes para la instalación de circos como cualquier otra actuación que requiera el uso de bienes públicos para exhibiciones, atracciones de feria o la instalación de publicidad relativa a este tipo de actividades no permitidas.
Pero falta mucho por hacer
Evidentemente no todo está hecho y es más, queda mucho por hacer en muchos aspectos, tanto en lo que afecta a la educación de la ciudadanía como en la construcción de nuevas infraestructuras.
En esta última parte está claro que no existe un pipicán al alcance de cualquier dueño de mascota ni tampoco parques urbanos especiales en los que los animales puedan correr, algo fundamental para mantener su estado de salud. Le queda un trabajo ímprobo al Ayuntamiento para conseguir eso porque aunque parezcan dos cosas distintas, los equipamientos para el bien animal y la educación de las personas van íntimamente ligadas.
Y es que el Ayuntamiento tiene que convencer a una parte de la ciudadanía de que el cuidado de los animales es el símbolo de una sociedad sana y que aunque existen siempre “cosas más necesarias”, ésta también lo es.
Igualmente tiene que convencer de todas las maneras posibles a los dueños de mascotas de que las instalaciones están para cuidarlas; de que hay que dejar la calle como si la mascota no se hubiera parado un momento y de poner en funcionamiento medidas coercitivas para que todo el mundo cumple su obligación. Son las únicas que funcionan.
