El complejo medioambiental Sur de Europa, donde se encuentra la planta de tratamiento de residuos para su reciclaje y valorización posterior que presta servicio al Campo de Gibraltar, Gibraltar y Ceuta, es una de las plantas de su tipología más modernas e innovadoras de Europa. De hecho, desde que en 2011 comenzaron a implantar sistemas de automatización tanto en las líneas de tratamiento de residuos sólidos urbanos como en la de envases (el contenedor amarillo), se ha convertido en referente hasta el punto de que muchas plantas surgidas con posterioridad la tomaron como modelo de funcionamiento.
Esta vocación innovadora les llevó, hace cuatro años, a “incluso mejorar ese modelo”, indica Francisco Gutiérrez, delegado de la empresa Urbaser, que gestiona esta planta como concesionaria de este servicio. “A día de hoy separamos bastante más de residuos urbanos, casi seis veces más que de la línea de envases”, comenta. Francisco Gutiérrez destaca que, desde que en 2011 comenzaron a implantar la automatización en la planta, el empleo ha crecido entre un 15 y un 20%. En momentos de pico de trabajo, la plantilla está conformada por alrededor de 120 trabajadores.
Cada día, entran unas 600 toneladas de residuos sólidos urbanos en la planta transportados por camiones desde los contenedores de clasificación que la empresa de servicios del Campo de Gibraltar, Arcgisa, tiene distribuidos en los municipios en los que presta servicio. En los fosos de recepción es donde se recepciona el residuo y se acopia para después laminar.
Unas máquinas denominadas coloquialmente como “pulpos” depositan los residuos en los alimentadores primarios para que comience su tratamiento. En un primer momento, se separa por tamaños, primero lo más voluminoso y el cartón. A partir de esta selección, se van separando los residuos en tres fracciones que tienen su tratamiento posterior. En el caso de los residuos sólidos urbanos, el proceso es más largo y cuenta con más fases que con los que llegan del contenedor amarillo, pero ambos comparten equipos, principalmente los selectores ópticos. Personal de servicio revisa el proceso de automatización para evitar los posibles errores y finalmente el material ya separado se acopia para su posterior valorización. La maquinaria utilizada es sumamente diversa.
Está desde el sistema mecánico que balancea la basura y selecciona por la capacidad de rodar de los materiales hasta la que discrimina las latas con electroimanes, así como otra que, tras localizar el material a separar mediante un visor, lo impulsa en la dirección deseada. Cifras récord Sólo en el primer trimestre de 2021, la planta ha dado entrada a 55.855,54 toneladas de residuos sólidos urbanos y 919,12 toneladas de envases ligeros. En todo 2020, fueron 226.855 y 3.768, respectivamente.
Gutiérrez comentó que ha habido un cierto descenso en la cantidad de residuos por la menor actividad propiciada por el coronavirus. Sin embargo, destacó la mayor concienciación en reciclaje de la población, incluso acentuada por la pandemia. De cara al futuro, la implantación de los nuevos contenedores específicos de residuos sólidos urbanos dará lugar a nuevas necesidades de espacio.
La idea, detalló Gutiérrez, es disponer de una mayor amplitud de instalaciones para trasladar acopios y utilizar la actual plataforma para este fin para las nuevas necesidades, facilitando la centralización del proceso.
