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Sábado 16/11/2024
 
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Sevilla

La ciudad de Sevilla trata todos los residuos recogidos de forma selectiva

Los biorresiduos son llevados una línea específica de tratamiento de nueva implantación en Montemarta-Cónica

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  • Uno de los contenedores de biorresiduos en la ciudad. -
  • En 2020 se recogieron de forma selectiva 34.181 toneladas de residuos, un 3,4% más a pesar de la pandemia
  • En los dos primeros meses de 2021 ya se han recogido 5.200 toneladas de residuos

Todos los residuos recogidos de forma selectiva en Sevilla son tratados de forma específica, incluyendo los biorresiduos, que se llevan a la nueva línea de tratamiento que posee la planta de Montemarta-Cónica en Alcalá de Guadaíra y que se puso en marcha hace dos años, donde se han llevado las 1.694 toneladas que se recogieron en el año 2020.

Son datos aportados por Lipasam, que puntualiza que las deficiencias en las plantas de tratamiento de residuos sólidos urbanos no peligrosos de la provincia de Sevilla, recogidos en el reciente plan aprobado por la Diputación de Sevilla, estaban desfasados al ser de 2016 y no recogen algunas de las últimas innovaciones que se han desarrollado en estas instalaciones.

Según Lipasam, desde que comenzó a implantarse en 2017 la recogida selectiva de los biorresiduos, primero en los grandes generadores (hospitales, mercados o hoteles) y luego de forma progresiva en los diferentes distritos de la ciudad en las isletas ecológicas, se ha trabajado en el tratamiento de estos residuos.

Así, se implantó en la planta de Montemarta-Cónica, que gestiona Aborgase, una línea específica para el tratamiento de los biorresiduos, de forma que, en estos momentos, “todos los residuos que se recogen de forma selectiva en la ciudad de Sevilla son tratados de forma específica”, puntualizan.

Además, desde la empresa pública resaltan que los indicadores con los que trabajan evidencian que el reciclaje se ha ido incrementando de manera progresiva e incluso, en el año 2020, en plena pandemia y a pesar del descenso generalizado en la gestión de residuos municipales, la recogida selectiva de residuos en contenedores domésticos ha crecido un 3,4% en 2020 en la ciudad de Sevilla.

Según los datos de Lipasam, en Sevilla se recogieron el año pasado 34.181 toneladas de residuos de forma selectiva, 1.110 más que en el ejercicio anterior, es decir,” se generaron menos residuos y se recicló más. Casi el 19% de los residuos se recogieron de forma selectiva. Para esto es fundamental el incremento de islas de recogida, los ecopuntos, la entrada de la recogida de biorresiduos, las acciones con hostelería para el vidrio o las campañas de concienciación”, señalan.

Del total de residuos recogidos de forma selectiva en Sevilla en 2020, 8.799 toneladas fueron al contenedor amarillo, 10.547 al verde, 13.141 al azul y 1.694 al marrón (materia orgánica), datos que se han ido incrementando en un 60% desde 2014.    

Desde Lipasam destacan la importancia de que se haya incrementado la recogida selectiva en un año en el que los grandes productores (hostelería, restauración o polígonos industriales) y grandes eventos que los generan (como la Feria de Abril o la Semana Santa), tuvieron una actividad muy restringida o nula, por lo que se ha apoyado en un mayor esfuerzo de los ciudadanos.

De hecho, en términos totales, los residuos recogidos por Lipasam en Sevilla en 2020 -que son uno de los termómetros de la actividad económica- bajaron un 6,6% en 2020, con 317.823 toneladas recogidas en total entre contenedores, recogida neumática, residuos depositados en ecopuntos y puntos limpios, sistema puerta a puerta y limpieza viaria y de solares.

Un sistema diverso

Esta diversidad de sistema de recogida de residuos es otro de los puntos que destaca Lipasam, puesto que “no hay ciudad con la población de Sevilla que cuenten con una oferta tan variada de fórmulas para le recogida selectiva”, desde los contenedores domésticos de las distintas fracciones a los quince ecopuntos repartidos por los once distritos o los cinco puntos limpios que rodean la periferia de la ciudad (el último, puesto en marcha en 2021).

El indicador de recogida selectiva, que señala el porcentaje de las toneladas de todos los residuos que se recogen de manera separada del resto, también ha crecido en 2020, pasando del 18,2 al 18,8%, “unos parámetros que lo sitúan ya en el entorno de la media nacional (que ronda el 19% según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística en su análisis sobre Recogida y Tratamiento de Residuos) y siete puntos por encima de la media andaluza, del 12% aproximadamente”.

Esta recogida selectiva y aprovechamiento de residuos tiene beneficios directos y medibles sobre el medio ambiente. En concreto, se evitan emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a la atmósfera, ya que se necesitan menos recursos para la obtención de nuevos productos frente a la fabricación con materias primas nuevas.

En el caso de Sevilla, según los datos de Lipasam, en 2020 la recogida selectiva de envases de plástico y metálicos, vidrio, papel cartón y metales (esta última, también en puntos limpios y ecopuntos) ha evitado la emisión a la atmósfera de 20.331 toneladas de GEI, un 5,1% más que el año anterior. Por habitante, cada persona residente en Sevilla ha logrado que se dejen de emitir 29,4 kilos de gases de efecto invernadero. Lipasam recoge esta contabilidad en su página web con actualizaciones mensuales.

Así, esta actualización recoge que en el mes de enero se recogieron en la ciudad 2.949.954 kilos de residuos y en febrero, 2.337.561, es decir, 5.200 toneladas en dos meses del presente año.

Las brigadas de Lipasam han aumentado, además, en un 22% la recogida de muebles y enseres en la ciudad, si bien hay que destacar que el porcentaje de recogida que es concertada a través del servicio gratuito de la empresa municipal, de acuerdo con lo establecido en la ordenanza, es aún inferior al 10% del total, mientras que el resto se corresponde con los objetos que los operarios de la compañía detectan y recogen en su trabajo diario.

Los puntos limpios

Los cuatro puntos limpios de Lipasam que estuvieron en servicio en 2020 (Los Olivos, Los Pinos, Los Naranjos y Las Jacarandas) recibieron por su parte 24.725 toneladas de residuos durante el año. Esta cifra, si bien es un 4% inferior a la del ejercicio anterior (debido al cierre de estas instalaciones entre el 28 de marzo y el 12 de abril), se sitúa como la segunda mayor de la última década (solo superada por los registros de 2019) y confirma que los sevillanos cada vez hacen un mayor uso de estas instalaciones para depositar aquellos residuos que por sus características no pueden dejarse en los contenedores de residuos domésticos.

El 70,4% de los residuos que se recogen en los puntos limpios son escombros, con 17.405 toneladas en 2020, seguidos de maderas (3.376 toneladas), papel/cartón (739 toneladas) y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), con casi 545 toneladas. En el caso de los RAEE, es de destacar que su recogida ha experimentado un aumento del 11,6% con respecto al año anterior incluso en un contexto de pandemia, lo que demuestra la concienciación de la ciudadanía con respecto a la segunda vida que pueden tener este tipo de productos cuando se separan correctamente del resto de residuos.

En 2020 se registraron 170.087 entradas de usuarios a los puntos limpios, lo que supone una media de 574 por cada día de apertura (descontando el cierre durante las dos semanas de estado de alarma ya mencionadas), un promedio que ha aumentado un 2% con respecto al año anterior.

Evidentemente, estos datos no incluyen al nuevo punto limpio de la ciudad, el de Las Palmeras, situado en Tablada, en el entorno del Puerto de Sevilla, que presta ya servicio a los vecinos y comerciantes de los Distritos de Los Remedios, Triana, Bellavista/La Palmera y Sur, que contarán con una instalación más cerca de sus domicilios.

Especial importancia tiene, por la evolución, la recogida de textiles, que ha pasado de 1.226 toneladas en 2019 a 1.916 en 2020, un aumento del 50% que puede tener relación con el incremento en el número de contenedores. Lipasam incide en la importancia de depositar en estos contenedores los residuos de ropa usada, zapatos, bolsos y marroquinería, trapos o toallas, entre otros, tanto aptos para su preparación para ser utilizados como para el reciclaje y gestión de los materiales que lo componen (textil, metal, cartón, plásticos, cuero, etc.).

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