Un balón al palo de la lateral Lucía Vacas en la última acción de la temporada condenó al Adesal al descenso de categoría el pasado sábado en Lanzarote ante un San José Obrero que con el empate a 21 ante las cordobesas también pierden su plaza el próximo año en la Liga Guerreras Iberdrola. La buena segunda parte de la competición de las fuensantinas no fue suficiente para mantenerse en la élite y, unos meses después de ascender, regresan a División de Honor Plata. Por su parte, el Morvedre, con la misma puntuación, logró la salvación.
Hasta siete goles de desventaja remontaron las andaluzas en el Municipal de Titerroy con una nueva exhibición de reacción en la segunda mitad sostenida en los goles de Guerisoli, Reyes y Agus López. Sin embargo, el destino tenía preparado para ellas un final muy cruel que quedará grabado en la mente de los componentes del equipo toda la vida. El balonmano cordobés femenino se queda sin un representante en la máxima categoría, pero el Adesal como ya ha hecho otras veces, volverá a intentarlo para estar pronto de regreso entre los mejores de España.
