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Sábado 16/11/2024
 
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Sevilla

Elevan a 21 años la petición de cárcel para el acusado de asesinar a Loli a San Juan

La Fiscalía reclama 20 años por un presunto delito de asesinato con alevosía y la agravante de parentesco, más un año adicional por malos tratos

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  • Juicio por el crimen de San Juan de Aznalfarache. -

Este viernes ha finalizado en la Audiencia de Sevilla el juicio con jurado popular celebrado desde el lunes contra Abel M.L., alias El Moco, el varón acusado de asesinar a Dolores Ortiz, la vecina de San Juan de Aznalfarache cuyo cadáver fue descubierto la madrugada del 1 de febrero de 2020 en la plaza de Blas Infante de dicho municipio aljarafeño.

Durante la sesión final del juicio, la Fiscalía ha incrementado su petición de condena para el acusado y ha añadido un año más de cárcel por un delito de malos tratos, con lo que en total reclama 20 años de cárcel por un presunto delito de asesinato con alevosía y la agravante de parentesco, más el mencionado año adicional de prisión por un delito de malos tratos y diez años de libertad vigilada post penitenciaria.

En el caso de las acusaciones particulares, la ejercida por la hija de la fallecida ha elevado a definitivas sus conclusiones provisionales, que apuntaban a 22 años de prisión por un delito de asesinato y tres años más de cárcel por un delito de malos tratos continuados; y la ejercida por la madre y el hermano de la víctima ha hecho lo propio con sus conclusiones provisionales, en las que solicitaba ya 24 años de cárcel por un delito de asesinato y otros tres años más por otro delito de malos tratos continuados. La defensa, recordémoslo, viene negando toda autoría de Abel M.L. en los hechos y solicita su absolución.

EL LUNES EL OBJETO DEL VEREDICTO

El próximo lunes, según han precisado a Europa Press fuentes del caso, el jurado popular recibirá previsiblemente el objeto del veredicto para comenzar a deliberar.

Mientras según la investigación el acusado, expareja de la víctima y toxicómano al igual que ella, habría asesinado a la Dolores Ortiz entre las 4,30 y las 5,30 horas de la madrugada del 1 de febrero de 2020 arreándole más de 23 golpes con un objeto contundente y con borde mientras ella estaba acuclillada y cubierta por un abrigo fumando droga en la plaza de Blas Infante, este hombre ha negado durante el juicio toda autoría de los hechos.

Durante su comparecencia en el juicio, en la que rechazó contestar a las preguntas de las acusaciones particulares, El Moco explicó que entre 2006 y 2009 mantuvo una relación con la fallecida, toda vez que tras su ruptura seguían encontrándose para consumir drogas.

EL TESTIMONIO DEL ACUSADO

Empero, frente a la acusación de que él utilizaba supuestamente a su expareja para que acudiera a comprar drogas y además le quitaba dinero y sustancias estupefacientes, Abel M.L. aseguraba que "nunca" obligó a Dolores Ortiz a buscar estupefacientes para él, así como que tampoco la forzó para que se prostituyese y así obtener dinero con el que adquirir las sustancias. Del mismo modo, negaba que hubiese agredido a la víctima, toda vez que dos amigas de la misma han testificado que ella tenía "miedo" de él y que manifestaba que el acusado la agredía.

En cuanto a la madrugada de los hechos, El Moco defendió durante el juicio que sobre las 3,30 horas habría recalado ya en su vivienda, donde su hermano le "abrió la puerta", señalando la fiscal del caso sus "contradicciones" con relación a sus comparecencias ante la Policía y en la fase de instrucción del asunto, cuando habría relatado que regresó a su hogar entre las 5,30 y 6 horas, --situándose a sí mismo en la calle en el lapso de tiempo en el que fue perpetrado el crimen--.

Frente a ello, el acusado alegaba que si lo dijo de tal manera fue porque entonces estaba "bajo los efectos de la droga" o con "el mono", es decir el síndrome de abstinencia.

"ESTABA YA MALO" DE NO CONSUMIR

Así, Abel M.L. encuadraba sus declaraciones en la fase de instrucción el caso en que "estaba ya malo" por el síndrome de abstinencia tras su arresto y "no era consciente" de lo que decía, asegurando que la Policía Nacional le "insistía" para que confesase el crimen, pero él es "inocente".

Además, y entre otras comparecencias, testificaba un agente que unos dos meses antes del crimen, intervino al presenciar cómo El Moco daba "empujones" a Dolores Ortiz y golpes que no llegaban a la intensidad de puñetazos. Tras el incidente, según su relato, Abel M.L. habría "perseguido" a Dolores Ortiz hacia su domicilio en una actitud "violenta" y con visible "agresividad", si bien finalmente ella "no quiso" interponer ninguna denuncia.

Este agente manifestaba además que El Moco "no era bien avenido en el mundo de la droga" y "usaba" a la fallecida para la adquisición de las sustancias, asegurando además que el acusado, a quien describió como una persona "violenta" cuando sufre el síndrome de abstinencia, "era la pareja" real de Dolores Ortiz, quien también tenía "otras parejas adicionales" y relaciones "puntuales".

En ese sentido, ante la figura del "novio" de Dolores Ortiz señalado por Abel M.L. y por varios testigos, zanjaba que ella se relacionaba "con cualquiera que pagase".

Pesa además en la causa un gorro con muestras genéticas del acusado localizado en las inmediaciones del lugar del crimen, si bien el abogado defensor viene alertando de que no median ninguna prueba que demuestre que fuese él quien perpetró el crimen.

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