El director del Parque Nacional de Doñana, Juan Pedro Castellano, ha defendido hoy la necesidad de que estos espacios se conciban como “laboratorios y observatorios del cambio global, de un modelo de desarrollo sostenible; de experiencias de participación, concertación y resolución de conflictos”, durante su participación en los Cursos de Verano de la UMA.
Con respecto a la declaración de Sierra de las Nieves como Parque Nacional, Castellano ha destacado de este espacio la visibilidad de su biosfera, con presencia en el territorio “desde el punto de vista de la señalización y de la actividad de la mancomunidad de municipios”, con procesos que a su juicio lo hacen muy válido para la experiencia de futuro.
El director sostiene que la máxima protección ambiental no puede valorarse de forma “estática”, al tiempo que ha expuesto durante su intervención en la sede de Ronda (Málaga), una detallada cronología acerca de la historia de Doñana.
“Doñana fue un hito, un nuevo modelo, ya que con los primeros parques existía esa idea romántica de la montaña, las zonas llanas eran poco espectaculares, no formaban parte de ese ideal, pero supuso la introducción de elementos modernos que se han generalizado en la Red de Parques Nacionales”, ha apuntado Castellano.
Asimismo, el director ha aprovechado su conferencia para abordar algunos aspectos de la gestión de conservación que se llevan a cabo en este espacio, como las “intervenciones en especies en peligro de extinción o amenazadas”, o las “correcciones de incidencia humana en ecosistemas superficiales”.
“Tenemos un apartado muy potente en seguimiento de procesos naturales, se está haciendo cada vez más prospección sobre la incidencia del cambio global y los cambios que se aventuran desde el punto de vista del cambio climático en el corto y medio plazo”, ha manifestado el director.
Finalmente Castellano ha valorado el impacto de la crisis de la pandemia de COVID-19 en el día a día de Doñana, que se ha hecho especialmente visible con la interrupción de su uso público.
