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Arcos

El mejor aceite del mundo es de la Sierra de Cádiz

La finca familiar del arcense José María Pérez aporta parte de la materia prima para elaborar un aceite premiado en Nueva York, Tokio e Israel

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  • José María Pérez y su madre Mari Pepa Gómez posan orgullosos con sus olivos al fondo. -

 La exquisita labor en la producción y mantenimiento de su finca de olivar ha llevado al emprendedor arcense José María Pérez a través de la cooperativa Nuestra Señora de los Ángeles a ser partícipe del máximo galardón posible a la calidad del aceite de oliva, envasado por la citada cooperativa con sede en Montellano (Sevilla).

Este inquieto vecino de Arcos, que compagina su actividad agraria con su trabajo en el Ayuntamiento de Puerto Serrano y su pasión por la historia no ha hecho más que coger las riendas del legado de cinco generaciones de la familia materna originaria de Villamartín. Sus olivos centenarios, bicentenarios, e incluso tricentenarios en algunos casos, producen las valiosas aceitunas de la variedad lechín, que han dado como fruto el aceite premiado; tarea que comparte con apenas un puñado de fincas que han sabido mantener esta herencia. Como cooperativa, el producto ha recibido este año la medalla de oro al mejor aceite del mundo en Nueva York, la medalla de oro en Israel y la también de oro en Tokio. Muchas casualidades... Por algo será. Ello es posible en buena medida gracias a la aportación de la finca denominada Obreguete y Fructuoso, que linda con el Parque Natural Sierra de Grazalema, donde por las noches te puedes topar con un jabalí, pues suelen bajar de la montaña para beber en el arroyo. Ahora que se aproxima el otoño es la época de las bellotas de las encinas, sustento de animales y compost natural para este rico suelo donde la estrella es el olivo.

La cooperativa Nuestra Señora de los Ángeles tiene por norma no moler aceituna alguna que no sea de sus socios, porque en este sentido tiene un cupo. La finca de Pérez Gómez, aunque esté situada en el término de Villamartín, está dentro de ese cupo porque así lo tiene regulado.   Como anécdota, el arcense recobró sus tierras familiares hace tres años después del supuesto “maltrato” a la finca por el anterior arrendatario.

La recuperación del cortijo ha supuesto una auténtica proeza para este aún joven emprendedor, que asegura con orgullo que la antigua casa situada en el paraje conocido como Sierra de Santa Lucía, en Villamartín, data de 1848 como atestigua el brocal del pozo; una finca que fue segregada de los montes propios de esta localidad serrana.

La comercial del aceite en España es Inma Iniesta Navarro. En el caso de Arcos de la Frontera, el producto se puede adquirir de momento en el establecimiento La Casa del Dulce, junto al Callejón de las Monjas. Como curiosidad, el empresario Mario Sequerra Freitas, propietario de una de las mayores cadenas de restauración (Atlas Gourmet), con más de mil restaurantes entre España, Portugal y Francia, visitó la finca,  quedando fascinado con el tratamiento que Pérez Gómez practica a sus terrenos, utilizando los insectos y el ganado para mantener los árboles y el suelo en las mejores condiciones posibles, haciendo de esta apasionante tarea un modelo sostenible y un sincero estilo de vida.

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