Al Jafaji afirmó que la incursión ha sido la última que ha tenido lugar esta semana en el campo petrolífero de Fakka, a unos 300 kilómetros al sureste de la capital, Bagdad. “A las 15:30, hora local, once soldados iraníes se infiltraron en la provincia entre Irak e Irán y tomaron el control del pozo de petróleo. Izaron la bandera iraní y, por el momento, permanecen allí”, declaró a Reuters.
Por su parte, Teherán no se ha pronunciado de manera oficial sobre el incidente. Al Jafaji indicó que Bagdad no ha tomado ninguna acción militar, y subrayó que buscará una respuesta comedida y diplomática a la situación. “Estamos esperando órdenes de nuestro líder”, indicó.
“Este pozo está situado en suelo iraquí, a unos 300 metros dentro de Irak. Está disputado entre Irán e Irak, y ha habido un acuerdo entre los ministros de Petróleo de los dos países para arreglar este problema de una forma diplomática”, añadió.
Una fuente de seguridad de Irak en la provincia de Maysan, afirmó que las tropas iraníes entraron el jueves en la zona del campo petrolífero de Fakka, localizado en la parte iraquí de la frontera, pero que se retiraron después de varias horas.
Los vínculos entre Irán e Irak, que lucharon una guerra de ocho años en la década de los ochenta, han mejorado desde que asumiera el control en Bagdad un Gobierno chií, aunque en el pasado se han producido ciertas tensiones en esta región desértica por el desacuerdo existente por las fronteras comunes.
Por su parte, una fuente desde la Embajada iraní en Bagdad aseguró que no tiene información de que se haya producido ninguna incursión. “Si hubiera sucedido algo así, nos lo habrían dicho”, afirmó, en referencia al Gobierno iraní.
El ministro iraquí del Interior, Jawad al Bolani, declaró a la televisión Al Arabiya que “Irak no renunciará a su riqueza petrolera, no importa cuál sea la razón”, afirmó.
El ministerio de Estado para Asuntos de Seguridad Nacional, Shiruan al Waile, aseguró que el Consejo de Seguridad Nacional celebrará con carácter urgente una reunión que será presidida por el primer ministro, Nuri al Maliki, para discutir el asunto.