El enlace fijo del Estrecho de Gibraltar es el
guadiana de los grandes proyectos de transporte internacional que ha resucitado esta semana tras la declaración de intenciones del ministro Óscar Puente mostrando su interés por retomar un proyecto estratégico para España.
La idea de unir las dos orillas del Estrecho es tan antigua como el hijo negro y tan quimérica como un pacto de Estado en España. Habría que remontarse a finales del siglo XIX para localizar la primigenia intención de unir físicamente Europa y África. Desde entonces, políticos, ingenieros y periodistas de distintas épocas y países han platicado sobre este proyecto, que polarizó a los técnicos entre aquellos que defendían un
puente con vanos de hasta 3.000 metros para que pudieran navegar los buques o quienes sostenían el proyecto de un
túnel bajo el Estrecho, que finalmente se consolidó como la opción técnica más viable para las sociedades públicas creadas por España y Marruecos con el objetivo de impulsar y ejecutar esta infraestructura.
Servidor, a quien ya le gustaría peinar canas, recuerda los cursos de verano de El Escorial de 1994, cuando en ese foro el que fuera entonces gobernador civil de Cádiz, César Braña -ya fallecido- anunciara que el enlace fijo del Estrecho sería
una realidad en el año 2000. Era aquella fabulosa época en la que los políticos se atrevían a prever fechas de finalización de infraestructuras con penosos resultados.
Que hablen ahora, de nuevo, de un proyecto que supondría un gasto de entre 10.000 y 20.000 millones de euros, que necesitará financiación europea, y en el que aún no se ha puesto ni una sola piedra suena a
brindis al sol. Por no hablar de que, una vez ejecutado, será una maravillosa infraestructura, pionera, con tres túneles bajo en Estrecho, que conectará Marruecos con los atascos del Campo de Gibraltar.
Para la inauguración, habría que buscar un lema tal que así...
vuele bajo las aguas del Estrecho para detenerse a reflexionar en la N-340. Mucho me temo que no veré ni el túnel ni el puente entre África y Europa. Un camino similar llevan los sevillanos con el puente de Coria, que antes iba a ser túnel, para cerrar la SE-40. Está visto que lo nuestro no son este tipo de infraestructuras con la excepción del puente de la Constitución de Cádiz. Así que ya podemos decir que el enlace ¡fijo que no estará acabado en el 2000! Fijo.