Hace 7 días, en esta misma columna, lamentaba la falta de concreción del Gobierno central sobre sus planes de financiación para con Andalucía. Siguen muchas preguntas en el aire: ¿qué criterio será el preponderante en el nuevo sistema de financiación autonómica: la población, como quiere Andalucía; el PIB, como espeta Madrid, la dispersión geográfica o el envejecimiento de la población, como esgrimen otras, o el de la población ajustada al que ha apuntado en alguna ocasión la vicepresidenta y ministra de Hacienda, la andaluza María Jesús Montero? Urge también plantear a la Junta de Andalucía oficialmente una quita de la deuda autonómica y un Fondo de Compensación Transitorio que nivele la infrafinanciación que sufre nuestra comunidad desde hace más de una década mientras no se aprueba el nuevo modelo. Con todos estos elementos, el Gobierno andaluz tiene todo el derecho y toda la obligación también de reclamar lo que le corresponde a Andalucía.
Ahora bien, afirmar que el Gobierno de Pedro Sánchez es el más antiandaluz de la historia chirria a los oídos si enumeramos únicamente algunas de las apuestas estratégicas que Moncloa ha desplegado en nuestra comunidad en los últimos meses. Comprometió una aportación millonaria con el Plan Doñana para garantizar el presente y el futuro de la gran joya medioambiental de Andalucía. Como estratégicas son las inversiones en Defensa y tecnología aeronáutica y aeroespacial. Sin ir más lejos, esta misma semana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presidía el inicio de la actividad del proyecto Ceus en Huelva de aviones no tripulados y drones más vanguardista de España y Europa. Y el pasado viernes la ministra de Ciencia, Diana Morant, presentaba el logo de la Agencia Espacial Española en Sevilla.
En Defensa, va como un tiro la construcción de la Base Logística del Ejército en la ciudad de Córdoba y en Jaén casi a mayor velocidad incluso avanza el proyecto CETEDEX, el Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación adscrito al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial del Ministerio de Margarita Robles. A todo esto, hay que sumar la instalación en Málaga del segundo centro de investigación y desarrollo en Europa del IMEC, el centro tecnológico más importante del mundo en la fabricación de microchips.
Con estas inversiones y otras del Ministerio de Fomento en comunicaciones, de la SEPI encargando pedidos en los astilleros Navantia de Cádiz y de otros ministerios… cabe la posibilidad de que al menos podamos preguntarnos si realmente el ejecutivo socialista de Pedro Sánchez es el gobierno que peor ha tratado a Andalucía en la historia autonómica.